La niebla que recorría parte del tramo de Aberhinant puso en apuros al Ford Fiesta WRC e hizo que Oiger sacara a relucir la magia que atesora en sus manos para acabar los tramos de la noche.

El francés sufrió un golpe en la parte delantera del Ford Fiesta que puso en peligro los quintos campeonatos consecutivos para el dúo Ogier-Ingrassia.  La pareja llegó con el coche muy dañado tras pinchar el neumático delantero izquierdo que a su vez terminó por romper el freno en mitad del tramo.

“Estábamos en el medio de la nada. Pensé que se había terminado el juego”

“Estábamos en el medio de la nada, en la niebla, la noche y el barro. Pensé que se había terminado el juego”, confesó el francés de 33 años a wrc.com

Una vez finalizó el tramo. Con el motor apagado, y con la cabeza a punto de explotar decidió que lo mejor sería limpiar la zona afectada y retirar el freno dañado. Oiger puso en marcha sus habilidades mecánicas antes de disputar la última especial del sábado por la noche.

"En muy poco tiempo tuvimos que encontrar una solución, pero corrimos y lo logramos”

Hice todo lo posible para tratar de arreglar el coche, que estaba bastante mal. En la parte delantera izquierda faltaban los discos, las pinzas, todo. En muy poco tiempo tuvimos que encontrar una solución para encontrar algunos frenos, pero corrimos la última especial y lo logramos”, afirmó Oiger

Posiblemente el barro que afectó a parte del tramo propició que los tiempos no fueran los suficientemente rápidos para Oiger. El francés con sólo tres frenos conseguía el quinto mejor tiempo del tramo.

“Fue en el último minuto. Pensé que iba a perder bastante tiempo en la última especial, pero con tres frenos fue bastante bien”, agregó.

Después de todo,Ogier sobrevivió a una dramática noche el pasado sábado en el Dayinsure Rallye de Gales GB que sin lugar a dudas acabó con un final feliz. 

"Cada título significa mucho y el primero nunca lo olvidaré"

Cada título significa mucho y el primero nunca lo olvidaré porque es el logro que buscas para tu carrera. Es el principal, lo necesitas”, comentó Ogier.

“Después, por supuesto, todos saben bien y siempre quieres más. Siempre quiero más de lo que estoy seguro, pero este fue especial porque era un nuevo desafío, coche nuevo, equipo nuevo, todo era diferente al año anterior”, añadió el cinco veces campeón del WRC.

“Tuvimos que comenzar muy tarde. Empezamos esta temporada casi sin pruebas con el Fiesta. Sabía que sería un trabajo difícil preservar nuestro título y lo hemos hecho así que creo que podemos estar orgullosos de eso”, finalizó Oiger.

La victoria de Evans en casa fue la guinda del pastel en un fin de semana de ensueño para el equipo privado de Wilson, que consigue su primer título de marcas desde 2007.