Certera. Sin fisuras. Dominando a placer y sobre todo con convicción; con la convicción de hacer todo lo que esté en su mano para aparecer el próximo día 2 de febrero al frente del ranking WTA. Maria Sharapova persigue un objetivo en poder de Serena Williams y sabe de la dificultad que eso conlleva. La rusa es consciente de que su meta puede estar cerca. Si levanta el título y Serena cae antes de la final en Melbourne o la de Nyagan es finalista y la americana cae en semifinales, habrá cumplido su objetivo personal. Esos son los dos posibles escenarios que deben darse para entronizar la tabla y por consiguiente, desbancar a la menor de las Williams tras más de 100 semanas comandando la clasificación.

Sharapova fue superior a su rival de incio a fin

Y en ese camino hacia la final para poder lograr tal empresa, la vigente número dos no tuvo mayor problema para deshacerse en los octavos de final de la china Shuai Peng. ‘Masha’ controló la situación en todo momento y no dio lugar a una posible contestación de la asiática. Un break al sexto juego le valía para abrir mella y pese a que la china devolvió las tablas, Sharapova volvió a quebrar y servir a continuación para adjudicarse la primera manga.

Tras ponerse por delante, desdibujó completamente a la 21ª cabeza de serie del panorama. Incrementó si cabe su efectividad - pese a que ambas jugadoras no obtuvieran buenos porcentajes con el primer servicio-  y el dominio ruso acabó por imponerse  sobre la Rod Laver Arena. Solo hubo un nombre y fue el de Maria Sharapova quien finiquitó la contienda rompiéndole tres veces el saque a su oponente para acabar cerrando 6-0 el partido.

Pese a la abultada victoria Sharapova comparecía ante los medios minutos más tarde y declaraba: “Perdí antes en mi carrera ante Peng y sabía que debía comenzar muy bien. Pienso que lo hice. Jugué muy sólida. No creo que hiciera nada espectacular pero sentí que fui consistente. Serví de manera inteligente en algunos momentos”

Sharapova sobre Bouchard: "Viene jugando realmente bien en este torneo"

Su rival en los cuartos de final será la canadiense Eugénie Bouchard quien venciera a primera hora a la rumana Begu. Cuando se le preguntó a Maria acerca de ‘Génie’ respondía: “Viene jugando realmente bien en este torneo y también durante los Grand Slam del curso pasado. La última vez que jugamos frente a frente fue en Roland Garros el año pasado y fue un partido duro para mí. Tuve que remontar un set en contra”.

Ambas han chocado previamente en tres ocasiones y siempre la victoria cayó del lado ruso y tan solo en el choque en tierras parisinas en 2014, la canadiense pudo arrancarle un parcial a la siberiana. Sharapova llega a este compromiso con mucho más rodaje que su contrincante pues disputó antes del Abierto de Australia el Premier de Brisbane donde se impusira en la final ante Ana Ivanovic. Sin embargo, Bouchard, pese a llegar a Melbourne sin haber competido oficialmente, solo ha cedido un set -al igual que Maria- hasta llegar al partido frente a Sharapova.

La igualdad por bandera en un choque que propone un desafío para Bouchard y la primera gran piedra de toque en el este primer Grand Slam de 2015 para Sharapova. Precocidad frente a experiencia. Estilos contrapuestos. Melbourne dictará sentencia.