Aljaz Bedene, esloveno e internacional con Gran Bretaña, sigue si creciente progreso en las pistas. Decidió iniciar el año en la otrora colonia británica, la India, dispuesto a coronarse en el país-continente. Con buen tenis avanzó hasta los cuartos de final donde le esperaba Ramanathan. El tenista indio, que llegó al cuadro final del torneo con una wild card, estaba siendo la sensación del torneo. Nadie apostaba a que el indio iba a llegar hasta las rondas finales, pero con un gran tenis basado en su potencia física, avanzó sorprendiendo a todos los competidores y seguidores del torneo. Bedene iba a tener que pelear contra el tenista y contra la afición que, desde el principio del torneo, se había volcado en el seguimiento de su compatriota el cual es oriundo de Chennai, lugar donde se disputa el torneo. Bedene iba a intentar apear a Ramanathan del torneo de su ciudad, del que podía ser su torneo.

El partido lo comenzó mejor el indio. Con el primer servicio de Bedene tuvo una bola de rotura que no fue capaz de aprovechar. Bedene se escondía detrás de sus servicios para intentar frenar la potencia de su rival. Ramanathan, que sacaba con potencia, parecía estar en estado de gracia y llegaba a todas las bolas, el cansancio físico de los días de torneo no habían mellado la voluntad del de Chennai que sabía cuales eran sus puntos fuertes y los aprovechaba al máximo. A pesar de que el indio fue mejor, el set se decidiría en la muerte súbita sin que ninguno de los tenistas pudiese hacer break al rival. En el tie break las fuerzas se igualaron y cualquiera de los dos pudo hacerse con la primera manga, pero el tenis fue justo y le dio el primer set al indio.

Bedene tenía que remar contracorriente en la peor plaza posible: una abarrotada pista central en su contra. Además, en frente tenía a un jugador incómodo, que corre todas las bolas y sus golpes forzados entran dentro de la pista. Los dos tenistas rindieron a gran nivel, Ramanathan tuvo la oportunidad en el sétimo juego de ponerse por delante con dos bolas de rotura, pero las fuerzas no eran las mismas y las bolas se estrellaron en la red. En el décimo juego, cuando Ramanathan servía para empatar a cinco, Bedene dio la cara y, después de cinco minutos de juego y dos bolas de set, consiguió empatar el partido.

Ramanathan y su público recibieron un jarro de agua fría; Bedene subió su moral. Los dos tenistas encaraban el parcial definitivo de una forma muy distinta. Bedene pronto dio otro golpe en la mandíbula del indio rompiendo su primer servicio del set. Ramanathan, a pesar del duro golpe, siguió luchando y dando espectáculo a un público entregado con su paisano. A pesar de la dificultad de la proeza no bajó los brazos en ningún momento y, el británico, tuvo cuatro bolas de partido truncadas por su rival y, a la quinta, a los diez minutos desde el inicio juego, consiguió cerrar la victoria.

Ramanathan ha sorprendido al mundo del tenis con su buen juego y, sobre todo, con su velocidad y cualidades físicas. El indio de veintiún años no pudo seguir su viaje en el cuadro final del torneo que le vio pegar sus primeros golpes en la ciudad que le vio nacer. Su sueño fue truncado por Bedene que avanza hasta el umbral de la final. Luchará por una plaza en la misma contra Borna Coric.