Cuando menos te lo esperas suele ser el momento en qu se hacen mejores resultados, pero para ello hay que haber trabajado muy duro y ostentar una gran tenacidad. Monfils nunca renunciará a ser un "jugador espectáculo", pero parece querer dar una vuelta de tuerca a su carrera. Habiendo cambiado de entrenador en su tramo final y haciendo una pretemporada realmente exigente, Gael recoge sus frutos en Melbourne.

La derrota de Nadal ante Verdasco sacudió el torneo como si de un seísmo se tratara. Una de sus consecuencias colaterales fue un colosal agujero en esa parte del cuadro, ampliado por la retirada por lesión de Kevin Anderson. Esto dejó vía libre al francés, que podía presentarse en cuartos de final sin necesidad de imponerse a jugadores con mejor ránking que él. Está a un paso de hacerlo.

Robert no fue rival

Es un auténtico milagro que un jugador de 36 años y que es el 225 del ránking ATP, haya logrado meterse en una tercera ronda de Grand Slam. El tenis así, y es preciso reconocer la proeza a Stephane Robert, que ha tenido la semana de su vida. No renunció a competir ante Monfils, e hizo un gran tenis, incluso por encima de sus posibilidades, pero ni siquiera así le valió para inquietar a un serio Monfils.

Y es que Gael está decidido a recoger el guante que le ha prestado el torneo. Su mejor resultado en Melbourne data de 2009, cuando llegó a octavos de final. Tiene una oportunidad manifiesta para superarlo y no está dispuesto a desaprovecharla. Así se lo hizo saber a Robert durante su duelo, marcado por las muchas alternativas al resto.

Gael habrá de mejorar mucho al servicio para su duelo ante Kuznetsov

Monfils se hizo con un primer set muy competido, en el que tuvo que romper tres veces el saque de Robert para decantar la balanza. El veterano Stephane, lejos de venirse abajo, continuó jugando a un gran nivel y siendo travieso al resto. Obligó a Monfils a ponerse el mono de trabajo, y el parisino no tuvo remilgos en hacerlo. 

6-3 en el segundo parcial, lo que hizo menguar las energías y esperanzas de Robert, que vio cómo Monfils le superaba en la tercera manga por un contundente 6-2. El siguiente rival de Monfils será el joven Kuznetsov, última piedra en el camino hacia los cuartos de final, donde se cruzaría ante el ganador del Wawrinka - Raonic.