La pista número 12 del All England Lawn Tennis and Croquet Club acogía uno de los duelos más atractivos de octavos de final y uno de los mejores partidos que pueden verse a día de hoy. Sobre la hierba londinense se daban cita las dos grandes protagonistas del tenis femenino en 2017: Jelena Ostapenko y Elina Svitolina. A un lado de la red, la jugadora letona llegó a Wimbledon tras proclamarse campeona en Roland Garros con tan sólo 20 años. Al otro lado, la ucraniana (22 años) es la número cinco del mundo y la tenista que más títulos ha levantado esta temporada, por lo que el encuentro enfretaba a dos de las jugadoras con mayor potencial del circuito.
Martillo letón
Contrario a lo que pudiera pensarse, el partido estuvo marcado en el inicio por la valentía y el descaro de Ostapenko, que haciendo gala de su potencia y su capacidad para enviar la bola a una y otra esquina, asumió el mando del partido y puso en serias dificultades a Svitolina. Este control de la tenista báltica se tradujo inmediatamente en el marcador, pues la campeona en París logró un 'break' en el primer juego del partido y consolidó la rotura con su servicio, logrando una pequeña ventaja que ante el nivel de ambas tenistas podría ser definitiva.
La ucraniana intentó reaccionar y en el tercer juego consiguió instaurar el número uno en su casillero, pero Jelena Ostapenko seguía dominando desde el fondo de la pista, haciendo correr a su rival de un lado a otro y terminando los puntos con golpes ganadores cargados de potencia y profundidad. Ante esta situación, el marcador del primer set fue reflejando una diferencia cada vez mayor para la letona, sobre todo tras romper por segunda vez el servicio de Elina Svitolina, que se vio 4-1 abajo en el electrónico y con el primer parcial prácticamente perdido.
Pero si por algo se ha caracterizado la temporada de la ucraniana es por su regularidad, y lejos de dar por perdida la primera manga, apeló a su carácter para sumar dos juegos consecutivos que devolvieron la emoción a este primer set. Sin embargo, la joven letona fue capaz de demostrar que también es una gran tenista en el aspecto mental, y no disminuyó su nivel, devolviendo este mini parcial de dos juegos consecutivos que certificaron su triunfo en el primer parcial por 6-3.
El papel de los errores
Las sensaciones dejadas por ambas jugadoras en los últimos juegos invitaba a pensar en un segundo set tremendamente igualado, y las dos tenistas respondieron de manera inmejorable a las expectativas. Svitolina consiguió romper el servicio de su oponente en el primer juego, pero Ostapenko volvió a equilibrar un encuentro que se desniveló en el tercer juego, cuando la letona consiguió imponer su saque para tomar la iniciativa en el marcador en el segundo parcial.
La ucraniana consiguió imponer su saque en el cuarto juego (2-2), pero de nuevo se encontró con una Jelena Ostapenko infranqueable, capaz de devolver cada golpe de su rival y haciendo muchísimo daño desde el fondo de la pista, lo que le permitió colocarse con una ventaja de 5-2 que prácticamente sentenciaba el encuentro y el consiguiente pase a los cuartos de final de Wimbledon 2017.
Ostapenko logró 42 golpes ganadores por 14 de su rival
Pero al igual que sucediese en el primer set, Elina Svitolina volvió a demostrar su fortaleza mental y su candidatura a ser una de las referencias tenísticas en los últimos años, y no sólo fue capaz de igualar el resultado del segundo parcial, sino que encadenó cuatro juegos consecutivos que le permitieron voltear el marcador y situarse 5-6 y saque, a tan sólo un juego de forzar el tercer parcial. Sin embargo, la ucraniana fue incapaz de cerrar este segundo set, situación que aprovechó la jugadora báltica para llevar el parcial al 'tie-break'.
En el juego definitivo, la mayor agresividad (a veces descontrolada) de Ostapenko le dio una pequeña ventaja a Svitolina, que después volvió a ser incapaz de aprechar esta tesitura y vio cómo la letona volteaba el marcador hasta situarse 6-4 arriba. Elina Svitolina, que ya había salvado cinco bolas de partido, volvió a nivelar el juego, que se resolvió definitivamente en la octava bola de partido, cuando Jelena Ostapenko sí fue capaz de apuntarse la victoria por 8-6 en el 'tie-break' y asegurar su presencia en los cuartos de final de Wimbledon, donde se enfrentará a la estadounidense Venus Williams.