Rafael Nadal y Grigor Dimitrov definirán al primer finalista del China Open, en un partido que pinta para ser cerrado y competido, que se termine definiendo por los mínimos detalles.
La primer revancha es para el español, que busca vengar la derrota que le propinó el búlgaro hace un año en el mismo escenario, cuando lo dejó fuera en los cuartos de final. Esta vez se enfrentan una ronda después, con un desenlace aún más importante.
Pero la revancha más importante la busca el búlgaro. Dimitrov y Nadal protagonizaron uno de los mejores partidos del año apenas en el inicio de temporada, cuando se vieron las caras en las semifinales del Australian Open. Un encuentro que llegó casi a las cinco horas y terminó ganando el español en cinco sets.
En aquel entonces Dimitrov pintaba como uno de los principales contendientes en el circuito, sobre todo por lo mostrado en aquella semifinal. La realidad es que a Grigor le costó recuperarse de esa derrota, pero realizó una buena gira de canchas duras, donde se embolsó su primer Masters 1000 en Cincinnati.
Por otro lado, Nadal llega como el número uno del mundo y campeón actual del US Open. Rafa está bien física y mentalmente, por lo que parte como favorito a pesar de resultar un partido sumamente complicado y hasta de pronóstico reservado.
Las claves del partido
El servicio jugará un papel importante para ambos jugadores. Nadal continuará intentando conseguir puntos gratis con el primer servicio, lo que le permitiría ganar confianza durante el propio encuentro. Del otro lado es la misma historia; Dimitrov tendrá que jugar los puntos con el su primer saque para no permitirle a Rafa la oportunidad de tomar la iniciativa cuando el búlgaro juegue con el segundo servicio.
El revés del búlgaro tendrá que salir en su día para no padecer los golpes liftados que seguramente buscará Nadal en la mayoría de los intercambios. En aquel match point de Australia, fue justamente el revés de Dimitrov el que terminó fallando y dándole el partido al español. La derecha invertida es una buena herramienta que puede funcionarle al número ocho del ranking ATP.
Para hacerle daño al español, no hay otro plan para Dimitrov que ser agresivo. Los intercambios largos parecen favorecer a Rafa, que inteligentemente sabe abrir la cancha para después definir al lado más vulnerable. Grigor ha comprobado que, aunque tiene mayor margen de error, el ir hacia adelante puede propiciar devoluciones cortas de Nadal, que después puede convertir en tiros ganadores.
Cara a cara
Rafael lidera el cara a cara por 8-1, y su única derrota ante el búlgaro sigue siendo aquella sufrida la temporada pasada en este mismo escenario. De sus nueve enfrentamientos, seis de ellos se definieron en más de dos sets, lo que habla de la competitividad que existe entre ambos cuando hay que decidir el partido.
El ganador del encuentro enfrentará en la final al vencedor de la otra semifinal, entre Alexander Zverev y Nick Kyrgios.