Tras una buena dinámica de resultados en el Open de Australia, primer Grand Slam de la temporada, Rafael Nadal tuvo que parar. Su cuerpo dijo basta. O más bien su pierna. Después de cuatro parciales agónicos, de un nivel muy alto ante el croata Marin Cilic en los cuartos de final del torneo australiano, el mallorquín decidió retirarse en el quinto set cuando perdía por 2-0 con break abajo. Previamente el número uno del mundo, ránking que mantendrá al término del torneo, había recibido dos asistencias médicas que nada habían conseguido realizar. Nadal fue precabido, la temporada está tan solo comenzando, y tras no competir previamente al torneo de Australia, decidió parar antes de tiempo para que la lesión no fuera a mayores, algo sin duda alguna aprendido con la experiencia que le han dado los años en el circuito ATP, pero sobre todo la gran cantidad de lesiones que ha sufrido y que han lastrado su carrera deportiva en las últimas temporadas.

El mallorquín, como no podía ser de otra manera fue sometido este miércoles en un hospital de Melbourne a una resonancia magnética que reveló que el número uno del ránking ATP sufre una lesión de grado 1 en el psoas ilíaco de su pierna derecha, por la cual "en los próximos días estará en reposo deportivo y realizará fisioterapia antiinflamatoria, mientras que posteriormente hará un proceso de rehabilitación y readaptación a pista, reanudando de forma progresiva sus entrenamientos", detalla la gabinete de comunicación del mallorquín, sabiéndose que el tiempo de baja rondará las tres semanas. Sin torneos planificados a corto plazo, Nadal podría regresar a las pistas con el calendario de torneos que le llevarán por Acapulco, Indian Wells y Miami.

En la rueda de prensa posterior al encuentro, Nadal mostró su desilusión por tener que abandonar el partido en el quinto set y explicó las sensaciones que sentía en la pierna. "Tenía la pierna bloqueada, me dolía mucho cuando me movía, esperé a ver si los antiinflamatorios hacían su efecto, pero finalmente era imposible moverse, y sin moverte no iba a poder ganar. El dolor es en la parte alta de la pierna derecha, apareció en el tercer set", comentó ante los medios de comunicación. Su médico de cabecera, Ángel Ruiz-Cotorro será quien supervise en todo momento la progresión de la recuperación del tenista mallorquín.