La jornada de octavos de final del Masters 1000 abrió el telón con un duelo entre alemanes, entre Alexander Zverev y Jan Lennard Struff, donde finalmente fue el primero quien se llevó la victoria en tres sets (6-4, 4-6, 6-4) tras poco más de horas de partido.
Zverev llegaba al partido de hoy después de sufrir mucho para ganar en su debut a un Gilles Muller que volvió a demostrar su gran espíritu competitivo y a punto estuvo de protagonizar la sorpresa en la ronda anterior. Hoy el alemán tenía en frente a su compañero y amigo Jan Lennard Struff, que llegaba tras dos buenos partidos ante Sugita y Fognini.
Salía mejor a la pista Zverev, que rompía en blanco en el tercer juego del primer set para conseguir la primera ventaja del partido, ante un Struff con demasiados errores no forzados, hecho que pareció contagiar a su rival, que también iba a ceder en blanco su saque en el sexto juego. Sin embargo, Struff no iba a ser capaz de colocarse otra vez por delante ya que volvería a ceder su saque en el juego siguiente volviendo a encadenar cuatro errores. Con esta segunda rotura, Zverev ya no haría más concesiones y se apuntaría el primer set por 6-4.
La historia en el segundo parcial empezaba de manera muy parecida, con la primera rotura a favor de Zverev ante un Struff que no era capaz de encadenar más de dos puntos sin fallar. El marcador no reflejaba lo que se estaba viendo en la pista, con un Zverev que no estaba mostrando ni de lejos su mejor nivel, pero muy favorecido por la gran irregularidad de Struff. Sin embargo, desde el momento de la rotura, a Zverev se le iban a nublar por completo las ideas, perdiendo sus cuatro siguientes turnos de saque. Con este pretexto, Struff tenía el set servido en bandeja, y a pesar de perder también dos de sus siguientes saques, conseguía llevar el partido a la tercera manga.
Por lo visto hasta ese momento, se podía pensar que el tenista que menos fallara sería el que se llevaría la victoria, y ese iba a ser Zverev, aunque nuevamente mostrando una versión de juego bastante discreta, pero ayudado por el nuevo recital de errores de Struff, que iba a ceder opciones de rotura en todos sus servicios de la tercera manga. Ésta empezaba con ambos jugadores perdiendo su saque. La igualdad se mantendría hasta el quinto juego, cuando Zverev conseguía dos roturas consecutivas para colocar el 5-2 a su favor. La recta final del partido no iba a estar exenta de incertidumbre antes de echar el cierre con el 6-4 definitivo a favor del de Hamburgo.
Ahora Zverev podría enfrentarse a su hermano Mischa en los cuartos de final, siempre que este consiga vencer en su partido de hoy al francés Richard Gasquet.