Djokovic vuelve a ser Djokovic. Suena a tópico pero no lo es. El serbio sigue acercándose a esa versión que le llevó a dominar el circuito hace unos años, a la misma velocidad que se acerca al número uno del ránking ATP. En su debut en el Masters 1000 de Shanghái, el balcánico superó sin demasiados problemas a Jeremy Chardy (6-3, 7-5). Aunque el francés jugó un buen partido, Djokovic aceleró en los momentos precisos para llevarse la victoria en una hora y 25 minutos de juego.

Tras haber superado la primera ronda con bastante solvencia, Chardy salió a la pista atrevido, sin nada que perder y con esa sensación de peligro que muchas veces ha ofrecido cuando se ha enfrentado a los mejores jugadores del mundo. Pero hoy no era el día más indicado para trastocar los planes de Djokovic. El serbio no desaprovechó la primera oportunidad que tuvo al resto para colocarse con ventaja en el marcador (3-2), ni tampoco la segunda, que le sirvió para cerrar un primer set muy cómodo, donde tan solo perdió seis puntos en sus cuatro turnos de servicio.

El nivel mostrado por Djokovic fue notable, pero Chardy no se dejó intimidar. Con el partido cuesta arriba, el francés consiguió ganarle un par de metros a la pista y empezó a tomar más riesgos para hacerse con el control del partido. Ante el nuevo panorama de partido, el serbio se refugió en el fondo de la pista, otra de las facetas del juego que le llevaron a lo más alto en su día. El segundo set parecía abocado al desempate, pero Djokovic demostró tener otros planes en mente. Con 6-5 a su favor, el serbio volvió a pisar el acelerador y consiguió romper de nuevo el saque de Chardy para rubricar su victoria.

El rival de Djokovic en tercera ronda saldrá del duelo que disputarán en la jornada del miércoles Marco Cecchinato Hyeon Chung, los dos únicos jugadores que este año han conseguido vencer al serbio en un partido de Grand Slam (el italiano le venció en Roland Garros y el coreano lo hizo en el Open de Australia).