El canadiense Milos Raonic no puede recuperarse todavía de su lesión en la rodilla derecha. La rodilla parte fundamental para cualquier movimiento en el tenis, cuando duelo o cuando se siente molestias es muy difícil sostenerse en un partido, por lo que es prudente teniendo en cuenta que su potencial está en la gira de césped y cemento que no la esfuerce.

Con un gran comienzo de año, parecía que el canadiense volvía a los primeros planos y de hecho lo hizo ya que luego de perder con Dominic Thiem en un durísimo partido en Indian Wells, el jugador americano no pudo volver a competir. Este año la historia se repite, ya que Milos dejó el resto en el inicio de temporada y nuevamente no va a poder estar en Madrid. Ya el año pasado tras sucumbir ante Denis Shapovalov en octavos de final, renunció a disputar otro torneo en esta superficie.

Por ello en el 2019, Raonic anunció su baja en los Masters 1000 de Madrid y Roma, apareciendo recién inscripto para el torneo de Lyon en la previa de Roland Garros 2019, pero su presencia en el segundo Grand Slam del año está en el aire. Raonic, quien desde su lesión ya perdió un puesto en el ranking de ATP, no es muy afín a desarrollarse en la arcilla, de hecho su juego de saque y red, necesita en esta superficie un mayor desplazamiento ya que los puntos tienden a extenderse y es por ello que las piernas también sufren un mayor desgaste. Milos, quien lateralizando el juego no es un virtuoso, puede llegar a resentirse nuevamente de la lesión en su rodilla, por ello va a saltarse la mayor parte de la gira de polvo hasta llegar bien a lo que espera sea una buena temporada de césped.