Del Potro demostró anoche tener todas las fórmulas para sobrepasar las estrategias que le plantean sus rivales. Él pudo adaptarse a las irregularidades del sudafricano Anderson, al solvente juego de fondo del Bosnio Dzumhur y en la jornada de viernes al difícil juego de Querrey, que le ganó el año pasado en su regreso a las canchas en las semifinales de este torneo.

Querrey trató de ser agresivo durante los primeros juegos del partido pero encontró a un Del Potro regular, con un alto porcentaje de primeros saques, golpes profundos de derecha y un seguro revés con efecto, que no permitió que el estadounidense se sintiera cómodo durante todo el partido.

Ambos jugadores a base de buenos servicios lograron mantener sus respectivos saques hasta el undécimo juego del partido.  Durante esos diez juegos se notó un Del Potro seguro, bien de piernas, que a diferencia del partido con Dzumhur, llegaba a cada pelota bien parado, como esperando el momento justo para adueñarse del saque de su rival y ganar el set.

En el undécimo juego, el estadounidense, dejó de ser efectivo con su primer saque, cometiendo además dos doble faltas, entregándole al argentino la oportunidad de quebrar el saque y quedarse con el set por 7-5.

El segundo set fue un calco del primero, ambos jugadores ganaron sus saques hasta que Del Potro quebró en el undécimo set para quedarse con el set por 7-5. A diferencia del partido de segunda ronda con Dzumhur, anoche Del Potro volvió a ser regular con su primer saque no permitiendo ningún punto de break para el estadounidense, tirando slice profundos de revés y siendo contundente con su derecha.

Cada rival plantea una estrategia y Del Potro edita la película. Como paso el año pasado, a medida que la dificultad aumentaba, el argentino encontraba el antídoto para superar las exigencias que le presentaban sus rivales. Este sábado es a todo o nada, ya que,  Raonic lo espera y será la batalla de dos superhéroes que se destacará en Delray Beach. El canadiense es favorito pero siempre hay que tenerle respeto a la Torre de Tandil