En las últimas horas, Karen Khachanov y Galo Blanco dieron por concluida su relación profesional de mutuo acuerdo. El ruso ha encontrado en Galo la figura que le ha marcado el camino hacía convertirse en un mejor jugador que puede llegar a ser una de las grandes estrellas del futuro.

Una relación de cuatro años

Tras cuatro años de relación, Galo Blanco y Karen Khachanov decidieron poner punto y final a un binomio que ha traído grandes resultados al tenista ruso. Karen ha logrado su primer título ATP de la mano de Galo, como ya hiciera Milos Raonic en su momento. Sin duda, Blanco, es el entrenador idóneo para dar forma a todos esos talentos que necesitan alguien que les marque el camino hacía el éxito.

En estos cuatro años, Khachanov ha logrado quemar todas las etapas necesarias para instalarse entre las mejores raqueta del momento. El ruso ha recorrido un largo camino, desde los torneos más des conocidos a nivel ITF hasta plantarse, por ejemplo, en la segunda semana de Roland Garros, donde cedió en octavos de final ante todo un Andy Murray. Gracias a Galo Blanco, Karen ha logrado su primer título como profesional, lo hizo la pasada campaña en el ATP 250 de Chengdu derrotando a Albert Ramos Viñolas en la final.

Poco a poco, Khachanov ha ido creciendo hasta colocarse entre las 25 primeras posiciones del ránking aunque en estos últimos meses, el jugador que ha pasado cuatro años entrenando en Barcelona, no ha encontrado su mejor nivel. El joven jugador ruso no ha dado pistas sobre su futuro pero sin duda, habrá que seguir de cerca los movimientos de Karen Khachanov estos dos próximos meses donde preparará la primera pretemporada en cinco años sin Galo Blanco, su padre tenístico. Pese a no dar pistas sobre su nuevo equipo, Khachanov ya ha sido confirmado para disputar la próxima temporada el ATP 250 de Auckland que servirá como preparación para el primer Grand Slam del año, el Open de Australia, donde defiende segunda ronda.