Lo que prometía ser una maratón de tenis entre dos de los tenistas más sólidos del circuito, Pablo Carreño Busta Gilles Simon, terminó siendo un trámite de menos de una hora para el gijonés. Y es que el francés se retiró después de perder el primer set por 6-2 y verse con dos roturas en contra en el segundo.

Simon salió mermado físicamente ya desde el principio del partido, como bien le confesó a Carreño en el saludo final, pero aún así consiguió poner en apuros al español en los primeros intercambios del choque. El español salvó un 0-40 en su primer servicio ganando cinco puntos consecutivos. Ese fue el único momento de apuro para él. Poco después conseguiría romperle el saque al francés, que no conseguía servir a más de 150km/h debido a sus molestias musculares. Pablo cerraba el set con una segunda rotura y ponía rumbo firme hacia la siguiente ronda.

En el segundo parcial Simon solo fue capaz de ganar dos puntos en sus dos primeros saques antes de claudicar definitivamente, viéndose incapaz de seguir compitiendo con garantías ante un jugador como Carreño.

Al finalizar el partido, el tenista asturiano se mostraba contento con la victoria: "Era muy importante para mí ganar este partido. Me esperaba un partido muy duro a cinco sets o cinco horas, ya que Gilles venía de ganar y de jugar a un gran nivel en Pune, pero por desgracia no estaba bien físicamente". También ha querido destacar el poco desgaste del partido: "Es muy importante para mí ganar en una hora que en cinco por el desgaste que eso conlleva, ya que esto es un Grand Slam y hay que reservar fuerzas para los próximos partidos".

En tercera ronda ya espera el cañonero luxemburgués Gilles Müller, que ha vencido hoy al tunecino Malek Jaziri en un dura batalla a cinco sets (7-5, 6-4, 6-7(5), 3-6, 6-2), en un partido donde Müller ha conectado 32 saques directos, pero donde también ha cedido hasta 15 bolas de rotura, sin duda datos a tener en cuenta de cara al duelo ante el español.