Guido Pella tuvo todo para quedarse con el primer parcial, el público, sus saques y sus devoluciones incomodaban al rival, y hasta contó con una buena ventaja en el tie-break del primer set, pero finalmente Dominic Thiem se adjudicó el partido. El historial se inclinaba a favor del argentino 2-1, y su única derrota había sido en el último Abierto de Australia por primera ronda. Pero en la noche del viernes en el Argentina Open las cosas quedaron igualadas.

Dominic Thiem tiene una velocidad superlativa, juega dos metros detrás de la cancha y pega como si estuviese dentro de la cancha. La velocidad con la que impulsa la bola es superlativa y gracias a ello ayer pudo dominar el ímpetu y la voluntad que le puso Guido Pella al partido. Es un jugador de una intensidad inusual y eso lo favorece en los momentos claves como lo fue en el primer set que estando dos set point jugo dos pelotas increíbles y ellos terminó con la voluntad de un Guido Pella que le puso todo al partido.

Después de recuperarse de un quiebre temprano, el argentino pudo haberse llevado el primer set. Estuvo arriba 5-2 en el tie-break, con varias oportunidades para quedarse con el juego, pero no lo cerró. Su coraje lo mantuvo a tiro durante un largo rato, batalló y el público lo alentó, lo apoyó y parecía que sería todo suyo. Pero Thiem con dos pelotas que prácticamente no se vieron en el Buenos Aires, logró pegar el salto a segundo set llevándose el primer parcial en el desempate por 7-6

Los dos palos terminaron con la voluntad de Guido, el austríaco jugó su mejor tenis y se fue diluyendo de a poco el argentino hasta entregarse sobre el final del partido. El Buenos Aires, que otra vez lució el cartel de localidades agotadas, se inclinó hacia el zurdo argentino, pero el tenista ya había perdido la iniciativa.

El segundo set fue de dominio absoluto del austriaco. Thiem desplegó en el court central todo su poderío y se fue convirtiendo en el dueño del encuentro, sin darle respiro al bahiense, que tuvo chispazos para recomponerse, pero sucumbió ante el número 6 del mundo. Con dos quiebres, Thiem tomó el control total y sentenció el partido

En la próxima instancia lo espera Gael Monfils, choque de estrellas, que galardonan el mejor torneo de Sudamérica, no solo por el tenis sino porque el público se mete dentro de la cancha y juega los partidos, el argentino puede tener muchos defectos, pero es emocional y ello le da a cada juego un plus superlativo.