A dos jornadas de cerrarse la fase regular de la máxima competición continental, gran parte de las posiciones que definirán los cruces de la primera ronda de playoffs están todavía por decidirse. Tan solo CSKA tiene asegurado el primer puesto de la clasificación, y precisamente esperando rival para el choque de cuartos prestará especial a lo que suceda en el Fernando Buesa Arena. Pero además, una posible victoria de los rusos en el duelo que disputarán esta jornada frente a Zalguiris puede tener efectos colaterales para los de Pedro Martínez, ya que de vencer estos frente a los israelitas pueden tener opciones de evitar un cruce suicida con el equipo del Chacho Rodríguez aspirando a la séptima plaza de la clasificación…

Sin embargo, ninguna de estas cábalas deberían ocupar los pensamientos de Baskonia para este  compromiso. Los de Tel Aviv aterrizan con el cuchillo entre los dientes, en la que es su última oportunidad de meterse en playoffs este año. Tras mantenerse toda la temporada entre los ocho primeros clasificados, su irregularidad en los últimos encuentros ha permitido a los vitorianos arrebatarles la octava plaza en un rush final de competición realmente espectacular. Con cinco victorias consecutivas, los de Pedro Martínez llegan a la fase decisiva de la competición en un momento más que dulce de juego. Al igual que en la Liga ACB, donde más que ganar sus partidos están sacando a sus rivales de la pista (no pierden desde hace 7 jornadas).

Analizando las claves de esta transformación, es en el juego interior del equipo vasco donde podemos encontrar una de las claves. La pintura se ha convertido en un dolor de cabeza para sus rivales, donde a la demoledora actuación noche tras noche de Toko Shengelia (que promedia 14 puntos y más de 6 rebotes) se han sumado otras dos torres como Voigtmann y Poirier. El germano lo hace casi todo bien, combinando una efectividad notable en el tiro (anota más del 60% en tiros de campo y triples) con su aportación reboteadora e intimidatoria en propia pista. Y para completar el trío, Vincent Poirier incrementa partido a partido su aportación, de forma directamente proporcional al crecimiento de la confianza en su juego. Con una valoración media de 10.2, es el cuarto jugador más productivo del equipo.

En el backcourt, sin duda otro de los jugadores en racha es Rodrigue Beaubois. El combo francés anda sobrado de condiciones físicas, y ahora mismo es imparable en el uno contra uno, promediando más de 12 puntos por partido en apenas 20 minutos de juego. Si Granger consigue recuperar el tono al que nos tiene acostumbrados y Huertas mantiene el buen nivel de las últimas semanas, la racha de juego de los vitorianos promete seguir dando buenos frutos. Y es que Pedro Martínez ha recuperado para la causa a todo el bloque, y está pudiendo dosificar los minutos entre una rotación más que amplia (entre 10 y 11 jugadores), lo que le garantiza un notable rendimiento de cada pieza en los minutos que pisa la cancha.

Por su parte, Maccabi no llega a la cita en su mejor momento. Con tres derrotas consecutivas y 5 de sus últimos 6 encuentros perdidos, los de Neven Spahija se juegan todo a una carta en este duelo. La victoria (74-68) en el partido disputado en Tel Aviv queda ya muy lejos, si bien es cierto que sus mejores opciones pasan por seguir dando protagonismo a su dupla exterior Norris Cole-Pierre Jackson. Ambos son capaces de desequilibrar un partido por sí solos, aunque el alto volumen de lanzamiento que asumen (casi el 30% de los tiros de campo de Maccabi salen de las manos de los dos norteamericanos) hacen que la defensa rival pueda concentrar sus esfuerzos en estas dos piezas clave.

Junto a ellos, destacar la aportación en el perímetro de dos ex-ACB como Michael Roll y Deshaun Thomas, mientras el juego interior queda en manos de un clásico de la Euroliga como Alex Tyus y dos jugadores de menor entidad como Jonah Bolden (apenas 22 años para el internacional australiano sub-19) y el bielorruso Artsiom Parakhouski.