17-15, 41-29, 72-52, 92-86
ACBACB VAVEL

El Barça sella su pase a la final a pesar de la relajación final

Los azulgranas vapulearon al Tenerife durante treinta minutos, pero un parcial de 7-27 en el último cuarto metió el susto en cuerpo a los culés que bajaron de forma drástica su nivel de intensidad.

El Barça sella su pase a la final a pesar de la relajación final
Claver colgando del aro / ACB.com
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Por Miguel Angel Cazorla

Llegó el turno de las semifinales. Los cuatro supervivientes del torneo preparados para ganarse el pase a la final. Barcelona Lassa e Iberostar Tenerife fueron los primeros en abrir fuego este sábado. El líder de la ACB se sobrepuso con mucho esfuerzo al Valencia Basket y el conjunto canario superó con autoridad al Unicaja. Dos equipos con diferente manera de jugar, pero rocosos ante cualquiera.

El último enfrentamiento entre ambos fue hace dos semanas y se saldó con victoria del Tenerife. Por tanto, a pesar de presentarse como claro favorito, el Barça no podía despistarse ante un rival dispuesto a dar la sorpresa por segunda vez en 15 días y alcanzar el hito histórico de meterse en la final. Oriola, Tomic, Singleton, Heurtel y compañía frente a Abromaitis, Iverson, White y el resto del plantel.

El Tenerife aguantó el arranque de Pau Ribas

El Barça quiso marcar diferencias desde el inicio. Los hombres de Pesic eran conscientes de que había que salir con mucha seriedad y, por ello, realizaron un arranque muy agresivo tanto ofensiva como defensivamente. Pau Ribas ejerció de creador y de ejecutor del juego. Su sociedad con Heurtel y Claver hizo que el Barça se colocara 8-5 en el marcador, lo que obligó a Vidorreta a pedir tiempo muerto. El Tenerife acumulaba a esas alturas tres pérdidas de balón.

Ribas se colocó con seis puntos que, unidos a un triple de Heurtel, elevaron el marcador a un 15-8. Sin embargo, el Tenerife reaccionó. Con Iverson de máximo anotador, el equipo canario consiguió igualar el marcador y aquí fue Pesic quien solicitó parar el juego. Dos tiros libres de Oriola a falta de cuatro décimas pusieron el final del primer cuarto en 17-15.

Kuric y Hanga castigaron a los tinerfeños

El escolta del Barça, que no había jugado ningún minuto hasta el momento, arrancó con la sexta marcha. Se apuntó dos triples consecutivos de salida que colocaron ocho puntos de distancia. Iverson y Gillet trataban de mantener a su equipo en el partido, pero el poderío ofensivo y en el rebote del equipo culé, resultaron letales para el equipo tinerfeño. Hanga, con dos recuperaciones de balón incluidas, se sumó a la fiesta anotadora y se convirtió en el máximo anotador del partido junto con Iverson.

Vidorreta solicitó dos tiempos muertos en apenas dos minutos cuando el marcador ya reflejaba un contundente 39-25. Oriola se mostró como una torre imposible de derribar para la defensa canaria. El capitán culé sacó muchas faltas personales y muchos rebotes que se tradujeron en puntos para su equipo. 41-29 al descanso y una semifinal que adquiría tono azulgrana al descanso. 

El Barça cierra el partido

El Tenerife salió muy enchufado. En apenas un minuto endosó un parcial de 0-4, pero dos triples de Claver y de Heurtel frenaron el impulso. Ambos equipos se mostraron muy efectivos en ataque, lo que permitió ver un bonito tercer cuarto. De todas maneras, esto no impidió que el Barça mantuviese el control del partido. Ribas y Abromaitis fueron los estandartes para cada equipo. En los culés, todos los que jugaron anotaron. 

El Tenerife no sabía qué hacer. A falta de dos minutos, los hombres de Pesic lograron un parcial de 9-0 que colocó el marcador en 69-48. Vidorreta ya no sabía qué instruir a sus jugadores. Por más que lo intentaban, un vendabal azulgrana les arrasó y el sueño de la final se desvaneció. Daba igual que fuese Ribas, Kuric, Heurtel, Hanga o Seraphin. Todos los jugadores estaban inspirados y dejaron claro que a este Barça va a ser tremendamente complicado de parar. Así el tercer cuarto se saldó con un 72-52.

Relajación final y el Tenerife reabrió el partido

El partido ya estaba cerrado antes de comenzar el último cuarto. El Tenerife, no obstante, dio la cara hasta el final y trató de maquillar el resultado. Después del 80-56, los isleños lograron un parcial de 1-12 que obligó a Pesic a parar el juego para impedir la relajación de sus jugadores. Los visitantes apretaron con uñas y dientes y al Barça no le salía nada. Los tinerfeños encestaban todo lo que lanzaban, especialmente a Abromaitis, y el parcial llegó a ser de 7-27. 

La polémica llegó con 87-83. Tras un robo de balón de Brussino a  Pau Ribas, el árbitro pitó falta y las protestas de Vidorreta acabaron con el técnico expulsado. No hubo tiempo para más. Los tiros libres culés cerraron un partido que se puso en el aire y sirve de lección para aprender que en la Copa está prohibido relajarse. El Barça estará en la final y ya espera a su contrincante en la final, Real Madrid o Joventut. Los culés no temen a nadie y muestran que son claros candidatos a llevarse la corona.