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El Manchester City se lleva la cita romántica

Los ingleses se impusieron por dos goles a uno tras una primera mitad de vendaval 'citizen'. Sterling y Gabriel Jesús pusieron muy pronto de cara el partido con los dos tantos. Además, Ederson evitó que Mertens recortase distancias de penalti. Ya en la segunda parte, Diawara añadió tensión a los últimos minutos con, esta vez sí, la diana desde los once metros

El Manchester City se lleva la cita romántica
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Por Mario Reinoso

La Champions League, como suele ser habitual, tenía preparada una jornada apasionante en la noche del martes. Pero, sin embargo, había un enfrentamiento que sobresalía por encima del resto a decir verdad. Ese era el duelo que enfrentaba a una única filosofía de fútbol. Aquella por el buen gusto y trato del cuero. Raseado por el verde. Mimado y sacado con brillo de las botas de cada unos de sus futbolistas. En el Etihad Stadium se citaban Manchester City y Napoli. El 'Pep Team' ante 'La máquina de Sarri'. El líder de la Premier League frente al líder de la Serie A. Posiblemente, los dos equipos que mejor juego hacen de Europa. 

En los citizens no había sorpresas en el esquema inicial. Los once habituales formando en el 4-1-4-1, que va mutando durante el tramo del partido con el clásico 4-3-3 que suele poner en liza el técnico de Santpedor. En el lateral izquierdo partía Fabian Delph (así palían la baja dura y larga de Mendy). Mientras que Fernandinho se encargaba de sostener el resto de la medular, Silva y De Bruyne (delicioso su estado de forma actual) eran los dueños de la partitura. Sané y Sterling dos puñales para castigar la zaga napolitana. Y arriba, un ya asentado y provechoso Gabriel Jesús

En el bando rival, "el equipo que mejor juega en Italia" según el propio Guardiola. De la mano de Maurizio Sarri (se han 'fundido' a elogios esta semana) se ha edificado una brillante y bestial maquinaria de construcción futbolística y goleadora. No obstante, para esta 'cita romántica' se reservó a dos de sus piezas claves: Allan y Jorginho. Todo apunta a la rotación con el partido importantísimo (por el liderato de la Serie A) del sábado frente al Inter. Para suplirles, el fumador empedernido ha empleado una fórmula que ya puso sobre la mesa la pasada campaña: Zieliński y Diawara. Con el primero buscaría dinamismo; con el joven guineano, algo más de orden posicional, músculo... El resto, los nueve gladiadores de siempre.

Momento en el que cae la noche en Manchester. / Foto: mancity.com
Momento en el que cae la noche en Manchester. / Foto: mancity.com

El City da con el talón de Aquiles azzurro

Con los paladares listos para degustar una bella disputa, se abría fuego en el Etihad. No se cumplían ni diez minutos en el luminoso, y los locales empezaron a mandar. El gol llegó, paradójicamente, tras la clásica jugada: cambio de banda. Recibe Silva, quien pone un balón al punto de penalti. El primer chut de Walker lo taponó Koulibaly, pero el rechace cayó manso a Sterling, el cual hizo el 1-0 a placer con una portería desierta.  Lo peor, fue la posterior jugada. Dos minutos después, un centro desde la derecha de De Bruyne no atinaron Koulibaly ni Albiol a despejarlo, siendo Gabriel Jesús el encargado de empujar el cuero y encarrilando el partido con el 2-0 y la fase de grupos para el Manchester City. Los skyblues desarbolaban con cada ataque la defensa partenopea, el talón de Aquiles de los de Sarri.

La orquesta napolitana echaba en falta a su principal director, Jorginho. Con la suplencia de Il Dottore, era palpable y visible la incapacidad de hilar las posesiones largas y eléctricas que basan su fútbol. Así, eran numerosas las pérdidas en el centro del campo a la hora de sacar el cuero. En una de ellas, a punto estuvo el City de hacer el tercero, pero el disparo con la zurda del belga De Bruyne se estrelló en el larguero. E instantes después, el central senegalés del Napoli se veía obligado a sacar la intentona de Gabriel Jesús bajo la misma línea de gol. Una tras otra. Sin cesar. Mientras, Sarri miraba perplejo desde el banquillo a los suyos, inoperantes. 

Sterling fue el encargado de abrir la lata. / Foto: mancity.com
Sterling fue el encargado de abrir la lata. / Foto: mancity.com

El Manchester City ha parado los 6 últimos penaltis en contra que le han señalado (Hart, Caballero y Ederson)

El cronómetro corría lentamente para los napolitanos, quien agonizaban por llegar 'vivos' al descanso. Todo lo contrario eran las sensaciones en los pupilos de Guardiola, los cuales buscaban con ansía mediante un vendaval 'matar' cuanto antes a sus rivales. Sin embargo, apareció un atisbo de esperanza en el horizonte para el Napoli. Walker cometió un absurdo y evitable penalti a Albiol. Y Mateu Lahoz lo señaló. Pero Ederson sacó una pierna milagrosa para evitar que Mertens transformara la pena máxima. Definitivamente, no era la noche. Al filo del entretiempo, el brasileño Gabriel Jesús gozaría de una nueva ocasión, pero esta vez Reina se hizo grande y logró detener su hambre de gol. 

Diawara le echa picante al tramo final

A los diez minutos del arranque de la segunda mitad, saltaron las alarmas en el cuadro napolitano. Lorenzo Insigne se echaba al suelo y se tocaba la pierna, adoleciendo una molestia muscular. Sarri se vio obligado a realizar su primer cambio, metiendo a Allan, siendo Zieliński el hombre en situarse en el costado izquierdo. Estaba siendo una descafeinada segunda parte, hasta que el Napoli tuvo en su mano meterse en el partido. Mas Stones sacó con el estómago a modo de héroe el gol de Hamšík

La mala noche en la ciudad de Manchester proseguía. Hysaj tenía que ser sustituido tras un fuerte golpe con Silva (entró Maggio). Sin embargo, el Napoli volvería a disfrutar de otro penalti. Ahora fue Fernandinho quien derribó claramente a Ghoulam. Asumió los galones Diawara. Con sus 20 años y demostrando una total entereza, disparó fuerte y raso al palo derecho, batiendo esta vez a Ederson y rompiendo esa estadística. Ponía picante a un final de partido que poco antes parecía resuelto. Gabriel Jesús parecía que volvía a sentenciar, pero su 3-1 tras regatear a Reina no subió al marcador al encontrarse en fuera de juego en el momento que recibió el cuero. 

Diawara celebra su gol de penalti. / Foto: mancity.com
Diawara celebra su gol de penalti. / Foto: mancity.com

En este último tramo de duelo, Sarri quemaba sus naves metiendo al argelino Adam Ounas, quien entraba por Hamšík y debutaba en la Champions League. El dominio y la compostura napolitano era plausible, y más tras la avalancha de llegadas que sufrió y logró sobrevivir. Guardiola, consciente de que el Napoli iba a morir atacando con todo, quiso rebajar ese clima con la entrada de Danilo (en el lugar de Gabriel Jesús). Los minutos y segundos se fueron esfumando y, con ello, se llegó al final del partido. Esta vez, el cuadro citizen se llevó el duelo del romanticismo. La próxima cena, en San Paolo.