Los dos equipos llegaban a esta tercera jornada con pleno de victorias, pero ambos dejando serias dudas en cuanto a su nivel actual. El Liverpool encajó tres goles ante el Leeds en la primera jornada y en la segunda necesitó de la expulsión de Christensen y de un penalti fallado por Jorginho para superar al Chelsea. Mientras que los gunners se impusieron al Fulham fácilmente en la primera fecha y necesitaron de un milagro para hacerse con los tres puntos ante el West Ham United en la segunda.

Jurgen Klopp mantuvo su dibujo de siempre. Con las bajas de Henderson y Thiago, volvía Fabinho al centro del campo. Por su parte, Arteta cambiaba de nuevo a defensa de cinco con Maitland-Niles en la izquierda. Llamaron la atención las suplencias de Gabriel y de Ceballos. También Saka se quedaba en el banquillo tras ser el mejor jugador del equipo en el duelo ante los hammers.

La primera mitad fue de puro dominio del Liverpool, el cuadro local sometió desde el principio al Arsenal, que estuvo cuarenta y cinco minutos corriendo detrás del balón. Los reds tuvieron varias oportunidades para hacer el primer gol del partido, primero con una clara ocasión de Mané a la que Leno respondió de manera fantástica y después con un disparo de Alexander-Arnold, que tras golpear en Bellerín se estrelló en el larguero. Pero el que golpearía primero sería el Arsenal, en un contraataque rápido lanzado por Xhaka, Maitland-Niles fallaba en el último pase, pero un despeje defectuoso de Robertson hacia atrás le dejó en bandeja el gol a Lacazette, que definía con un remate poco ortodoxo al semifallo. Al minuto siguiente, el Liverpool se puso en serio y empataba el partido con una gran jugada de Salah por la derecha, el egipcio le hizo un roto a Tierney y, aunque su disparo lo detuvo Leno, Mané recogió el rechace para igualar el partido. Poco después llegaría el gol de la remontada, sería en un centro de lateral a lateral, de Alexander-Arnold para Robertson, aprovechando el error en el marcaje de Bellerín, el escocés se redimía de su terrible fallo en el primer gol y ponía al equipo de Klopp por delante.

  Tras el descanso, Arteta espabiló a sus chicos y salieron a intentar competir el partido adelantando líneas, pero el único recurso ofensivo que intentaban eran los balones largos desde atrás de David Luiz para cualquiera de los tres de arriba, casi siempre interceptados por la defensa del Liverpool que estaba bien colocada. Todo cambió con la entrada de Dani Ceballos, el español le dio mucha más clarividencia al juego del Arsenal y colocó a Lacazette dos veces delante de Alisson y sin oposición, pero el delantero galo definió en ambas ocasiones de manera deficiente. Klopp hizo debutar a Diogo Jota, y el nuevo fichaje se estrenó con un buen gol disparando desde la frontal en los últimos minutos, aprovechando un muy mal despeje de David Luiz hacia el centro.

 El campeón de la Premier sigue con puntuación perfecta en su partido más convincente hasta la fecha y visitará Villa Park en la próxima jornada para intentar quitarle el pleno de victorias al Aston Villa, que también ha cosechado todos los puntos que ha disputado. 

 El Arsenal pierde su primer partido de la temporada y recibirá al Sheffield United el próximo domingo, además estarán muy activos en los últimos días del mercado intentando cerrar las contrataciones de Houssem Aouar y de Thomas Partey.