Por la segunda jornada del Grupo G, Brasil venció 1-0 a Suiza y se convirtió en el segundo país en certificar su pase a los octavos de final. Un golazo de Casemiro, a 7 minutos del final, les dio un triunfo vital ante una selección que no le hizo las cosas fáciles en ningún momento.
Los brasileros salieron al campo con un 4-2-3-1. Tite se vio obligado a reemplazar a Neymar, que sufrió una lesión en el tobillo y recién podría jugar en las instancias finales de la competencia. Su lugar fue ocupado por Fred. En el lateral derecho, Éder Militão jugó finalmente por Danilo.
El combinado suizo utilizó un 4-3-3. Murat Yakin dispuso una sola modificación, respecto a la victoria inicial frente a Camerún. Fabian Rieder sustituyó a Xherdan Shaqiri en la ofensiva con la intención de darle descanso a la máxima estrella, de cara al último partido que disputarán en el grupo.
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Partido trabado en la primera parte
Los brasileños comenzaron el encuentro tomando la iniciativa y lanzándose al ataque. Marcaban el ritmo y pretendían que el partido se jugase en territorio suizo. Los europeos se mostraban pacientes y aguardaban en su campo esperando una oportunidad para lastimar en ofensiva.
Con el correr de los minutos, Suiza comenzaba a tener más posesión de balón y se mostraba más acomodada que en el inicio. Pese a la presión extrema de los rivales, los helvéticos insistían en jugar por abajo y se negaban a rechazar en largo. Además, cada vez que los contrarios tenían opción de salir a la contra, cortaban el juego con faltas.
Embolo le estaba dando muchas salidas a su selección, cuando sus compañeros se encontraban presionados, bajaba a recibir al centro del campo. Sobre los 26 minutos, llegaría la primera ocasión clara para los sudamericanos. Raphinha lanzó un gran centro para Vinicius Júnior, que remató solo en el segundo palo, pero Sommer realizó un paradón y envió el esférico al córner.
La posesión comenzaba a durarles poco a los europeos, ya que estaba comenzando a monopolizar la posesión de balón su rival. De todas maneras, lograban aplacar el momento efervescente de Brasil, se cerraban atrás y generaban un bloque sólido. Cerca del descanso, el encuentro se volvía disputado en la mitad del terreno y ninguna selección encontraba la forma de llegar a la portería contraria.
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El ansiado gol llegaría al final del complemento
Los helvéticos mantenían la misma postura de la primera mitad y buscaban hacerse de la posesión. Tite apostó por Rodrygo para mejorar el ataque de su seleccionado, que tenía serias dificultades para generar ocasiones en un partido donde Alisson y Sommer eran meros espectadores.
La frialdad de los europeos era sorprendente y no se ponían nerviosos ante la presión alta de los brasileros, que comenzaban a impacientarse al no conseguir ejecutar lo que sabe hacer en ofensiva. A los 52 minutos, Suiza contó con una oportunidad interesante. Widmer avanzó por derecha y lanzó un centro letal hacia el área. Marquinhos se barre justo a tiempo y salvó a su equipo de forma espectacular cuando entraba Embolo para empujar el balón.
La imprecisión empezaba a tener protagonismo en Brasil, ya que no conseguían convertir, lo cual les hacía jugar con incomodidad en todos los sectores de la cancha. Los suizos se mantenían en forma y recuperaban muchos balones en la zona de creación del combinado rival.
No obstante, a los 64 minutos, la Canarinha abría el marcador luego de aprovechar un error en la defensa suiza. Vinicius Júnior recibía abierto por derecha, encaró hacia el arco y definió al segundo palo. Sin embargo, el atacante del Real Madrid se encontraba adelantado en el inicio de la jugada, por lo que el árbitro anuló el gol a instancias del VAR.
Lentamente, los brasileños comenzaron a despertarse tratando de cambiar su imagen en el encuentro. El combinado europeo se encerraba cada vez más en su área y apostaban a la velocidad de Embolo para lastimar mediante un contragolpe. Richarlison tuvo una interesante ocasión, pero su disparo lo bloqueó lanzándose al suelo Elvedi.
El entrenador suizo no se quedaba atrás y preparaba modificaciones. Su rival colocaba cartas ofensivas, por lo que decidió ingresar futbolistas con características defensivas para proteger un resultado importante. El ingreso de Seferović, un 9 de área corpulento, le sirvió tanto para cargar el área contraria como para defender su propio arco en el juego aéreo.
Los sudamericanos lo intentaban todo en la zona final, pero no estaban finos a la hora de definir. Movían el esférico de lado a lado buscando el error de la zaga suiza, pero no encontraban la profundidad necesaria. Sin embargo, a 7 minutos del final, llegarían al gol de la victoria. Rodrygo se metió en el área y le cedió el balón a Casemiro que se lanzó al ataque, pateó de sobrepique y ejecutó un tiro inatajable hacia el segundo palo.
Tras el gol, el combinado de Tite se soltaría y controlaría la pelota en campo rival el tiempo restante. Contaría con una ocasión a partir de una buena jugada individual de Rodrygo, que recortó para pegarle con la diestra, obligando a Sommer a realizar una gran parada. Los europeos intentaron ir en busca del empate, pero no encontraron la profundidad necesaria.
Brasil asegura su participación en octavos de final y lidera con comodidad el Grupo G. El viernes enfrentará a Camerún buscando avanzar en la primera ubicación. Por su parte, Suiza continúa dependiendo de sí mismo, se asienta en el segundo lugar y deberá ganarle a Serbia para confirmar su presencia en la siguiente fase.