El Arsenal recibía al Burnley en el Emirates Stadium con la necesidad imperiosa de obtener la victoria tras los pinchazos de una gran parte de sus rivales en la jornada del sábado para acercarse en la lucha por el título y meter presión a un Chelsea que jugaba en el siguiente encuentro de la jornada. Los de Wenger estaban ante una gran oportunidad y no podía fallar y, aunque costó más de lo esperado, los Gunners cumplieron.

Dominio Gunner que no se refleja en el marcador

El Burnley comenzó el partido con la idea que desarrolla partido tras partido, repliegue y salida en largo. Desde el primer minuto la puso en práctica buscando llegar rápido hacia la portería de Cech. En frente el Arsenal propondría todo lo contrario de forma que trataría de llegar a la portería contraria con largas posesiones creciendo pase a pase sobre el campo. Esta temporada nos ha dejado patente que el Arsenal no está solventando con facilidad este tipo de encuentros y esa impresión se replicó sobre el campo en los primeros minutos. Los Gunners apelarían a la diferencia de calidad existente enfrentando a jugadores de ambos equipos en uno para uno encomendándose, principalmente, en la figura más relevante de la primera parte de la temporada, Alexis Sánchez. El chileno coleccionó un par de centros en los instantes iniciales del partido que crearon peligro sobre la portería de Tom Heaton. El problema es que llegaban réplicas desde el ataque de los Clarets que inquietaban a los centrales londinenses.

Mesut Özil disparó varias veces a la portería de Heaton sin acierto | Foto: Arsenal
Mesut Özil disparó varias veces a la portería de Heaton sin acierto | Foto: Arsenal

Andre Gray y Ashley Barnes recibían balones aéreos tanto desde la banda como desde su propio frente defensivo, algo paradójico teniendo en cuenta la fortaleza aérea que tiene el Arsenal con Koscielny y Mustafi, pero ambos delanteros están de dulce y se impusieron en el duelo de inicio. Aún así el equipo de Arsène Wenger se asentaba sobre el campo rival y a través de una llegada peligrosa con tiro de Özil que remató de manera imprevisible GiroudHeaton tuvo que lucirse por primera vez. Esa ocasión propició dos córners que estuvieron a punto de ser aprovechados por los Gunners. En primera instancia el rechace llegó a los pies de Iwobi para que disparase y el balón saliese lamiendo el palo izquierdo del portero del Burnley desviado por un jugador visitante. En el siguiente córner Koscielny remató de cabeza pero el disparo salió demasiado centrado y Heaton atrapó sin problemas.

Esas situaciones en las que Gray y Barnes recibían en campo contrario habían desaparecido, se redujeron a meras salidas a la contra con un solo hombre y los locales se hicieron dueños del encuentro. No finalizar las jugadas ofensivas le estaba costando al Burnley que el Arsenal tuviese unos metros para correr y, con contragolpeadores como Özil, Ramsey, Alexis, Iwobi y Giroud, el equipo sufría. El espacio se hacía más grande sobre todo en la parte central del campo, una situación muy bien analizada por los atacantes del cuarto clasificado en Premier que caían hacia esa zona del campo generando superioridades y provocando continuamente saques de esquina. Los locales habían conseguido en la primera parte algo que no han conseguido muchos equipos esta temporada, hacer que el sistema defensivo de los Clarets parezca vulnerable. El principal problema que tenía el equipo de Wenger es que no terminaba de concretar las jugadas y romper el empate a cero inicial.

Barnes fue uno de los hombres del encuentro al provocar el penalti favorable al Burnley | Foto: Premier League
Barnes fue uno de los hombres del encuentro al provocar el penalti favorable al Burnley | Foto: Premier League

El Arsenal imprimió un dominio que no parecía tener objeción por parte del Burnley. Las ocasiones se sucedían una tras otra pero el gol no llegaba. El equipo lo intentó de varias formas, aunque la que más se repetía era la elaboración gracias a que el equipo rival se replegaba. Incluso Mustafi se inventó un balón a la espalda de la defensa Claret en un momento en el que los de Sean Dyche se animaron a presionar y Özil estuvo a punto de batir a Heaton. A pesar de ese dominio, los Gunners no consiguieron encontrar el gol en la primera parte y se fueron al descanso con el mismo marcador con el que comenzó el encuentro.

Final de infarto

El Arsenal comenzó la primera parte dando continuidad al dominio demostrado en la primera a través de dos llegadas. Primero Monreal se atrevió a chutar desde la frontal del área haciendo que Heaton tuviera que estirarse. Después, en una jugada colectiva en la que Alexis puso un buen centro para que Giroud la dejase de cara para Ramsey que, de espuela, la envió por encima de la portería Claret. El chileno seguía siendo el principal argumento del equipo en ataque y, con la autoexigencia que le caracteriza, su gesto hacía palpable que sentía la carga de tener que desatascar el marcador. Lo único que seguía resultando incómodo en defensa para el Arsenal era Andre Gray. El delantero del Burnley era el principal objetivo cada vez que los Clarets recuperaban el balón y puso en aprietos en más de una ocasión a los centrales Gunners y a Petr Cech.

Iwobi y Mustafi celebran el primer gol del central en Premier League | Foto: Premier League
Iwobi y Mustafi celebran el primer gol del central en Premier League | Foto: Premier League

Pero la insistencia de los Gunners encontraría su recompensa en un córner. Mesut Özil puso el saque de esquina en la cabeza de Skhodran Mustafi para que el central la tocase con una suavidad increíble colocándola en la base del palo derecho de Heaton, imposible para el guardameta. También es casualidad que la primera vez que el Burnley no pone un jugador en el segundo palo, el balón termine entrando por ahí, pero el remate del germano tuvo mucho mérito para adelantar por fin al Arsenal. El partido iba a tener un cambio de guión serio unos minutos después cuando Granit Xhaka realizaba una entrada muy fea sobre Steven Defour por la que el árbitro le enseñó la roja directa dejando al Arsenal con uno menos para afrontar casi la última media hora del encuentro. Wenger reaccionó rápido dando entrada a Francis Coquelin para tratar de compensar su pérdida. Defour trató de sorprender con un excelente disparo de falta pero Cech se lució y envió el balón a córner.

La lesión de Marney paró aún más el encuentro e impidió que el Burnley pudiese aprovechar desde el inicio el empuje que da que el rival se quede con un jugador menos. Dyche se decidió a ir a por todas con los cambios y dio entrada a Tarkowski y Barton, que formarían un doble pivote en el centro del campo muy ofensivo, y a Vokes para añadir otro delantero al campo. A través de estos cambios los visitantes consiguieron llevar al equipo Gunner más hacia su propia portería y Ashley Barnes tuvo una buena ocasión de cabeza, pero Cech consiguió repeler el balón y disipar el peligro. Wenger daba el relevo a Giroud dando entrada a Welbeck para añadir al encuentro un elemento incómodo que preocupe al Burnley y no se vaya arriba con tanta facilidad. Lo mismo ocurría con Héctor Bellerín que entraba por Özil de forma que el Arsenal pasaba a defender con tres centrales.

Andre Gray puso el empate en el marcador, aunque finalmente los tres puntos se quedaron en el Emirates | Foto: Premier League
Andre Gray puso el empate en el marcador, aunque finalmente los tres puntos se quedaron en el Emirates | Foto: Premier League

Y en la primera acción del lateral creó peligro con una jugada que terminó en un buen disparo de Coquelin al que respondió Heaton de manera extraordinaria. Welbeck también quiso poner su sello y con un balón a la espalda de la defensa estuvo a punto de sentenciar pero Ben Mee estuvo muy rápido y consiguió desviar el balón antes de que el inglés pudiera disparar. Siete minutos añadió el colegiado debido a las pérdidas de tiempo que comentábamos antes, un tramo final del partido que se haría muy largo para los Gunners. Y en una acción dentro del área, Coquelin al despejar golpea a Ashley Barnes y el árbitro pitó penalti. La inocencia del francés le iba a costar cara ya que Gray transformó el penalti a pesar de que Cech tocó el balón. Pero el final del partido en el Emirates estaba destinado a ser dramático. Ben Mee comete penalti sobre Laurent Koscielny al ponerle los tacos en la cabeza al francés, pero la jugada venía de fuera de juego del central. Alexis Sánchez resolvió el penalti tirándolo a lo Panenka para darle la victoria al Arsenal.

Objetivo conseguido

Wenger no podía estar más satisfecho, a pesar de sus quejas arbitrales que le costaron la expulsión antes de que su equipo marcase el gol de la victoria. El Arsenal conseguía los tres puntos y superaba a Liverpool y Tottenham en la tabla para ponerse a la estela del Chelsea. En el bando contrario, Dyche podía estar contento con el rendimiento de su equipo que desesperó a los Gunners hasta el punto de tener la oportunidad de darle la vuelta al partido, pero la derrota es una evidencia y, tras haber tenido un punto en el bolsillo, es más duro tratar de conformarse con la buena actuación.