La aportación de Álex López al núcleo de la plantilla ha sido bastante reducida hasta el momento. El experimentado centrocampista ferrolano no ha logrado contribuir todo lo que se esperaba de él. Las lesiones y la falta de oportunidades han pesado demasiado en el rendimiento de un jugador en el que Paco Herrera tenía depositada su total confianza, sabedor de sus cualidades en sus periplos coincidentes en Vigo y Valladolid. El mediocentro rojiblanco llegó en el pasado mercado veraniego en búsqueda de un protagonismo que no ha conseguido obtener, a pesar de aterrizar en tierras gijonesas con toda la ilusión del mundo.

La abultada cantidad de efectivos en el centro del campo tampoco ha sido un factor que haya facilitado la adaptación del gallego en los sistemas del equipo sportinguista. De las 20 jornadas que ha disputado el Sporting en esta edición de LaLiga 1|2|3, el mediocentro tan solo ha podido cosechar 213 minutos, un registro muy pobre si se observan las expectativas depositadas en él. Una lumbalgia, provocada por un problema ciático, le ha alejado de los terrenos de juego desde el mes de octubre. Para destacar su última participación, hay que trasladarse hasta la jornada 7, partido en el que jugó los 90 minutos con el conjunto asturiano en El Sadar.

Hasta esa fecha, su contribución tampoco había sido muy significante, aunque sí había participado con asiduidad, partiendo principalmente como suplente. Un registro formado por 11 recuperaciones, 114 pases y 2 disparos que demuestran su pobre protagonismo, a expensas de que una segunda oportunidad en este próspero 2018, con el que recuperar la confianza y la ilusión originales. La marcha de Paco Herrera seguro que ha sido un varapalo para el jugador, petición expresa del técnico catalán. Sin embargo, habrá que esperar a que se recupere de su impertinente lesión para saber cuál será su participación con el nuevo entrenador rojiblanco.