Con el empate del Levante en Girona, la UD Las Palmas saltaba al Gran Canaria con la necesidad de al menos puntuar en su campo. Los amarillos salían con todo y se veía las caras contra un Real Madrid plagado de bajas con la mente puesta en el partido de Champions League.

Mal marcador en el descanso

El inicio del partido fue un "tuya y mía" entre los dos equipos. Tanto en la portería de Keylor Navas, como del cancerbero argentino Leandro Chichizola se generaban ocasiones sin generar mucho peligro. Fue en el minuto 25, un robo que aprovecha Módric  para internar un balón a Bale que no perdona. Los centrocampistas amarillos estaban dando muchas facilidades en el centro del campo al croata del Madrid que ya había intentado varias veces buscar a los delanteros blancos. Macedo en el gol poco pudo hacer con la velocidad del galés.

La primera parte a partir del gol fue un monólogo madridista. Los jugadores canarios no generaban ocasiones ni peligro al marco del costarricense  Keylor Navas. Y cuando ya se preveía el 0-1 al descanso, un penalti absurdo del delantero argentino Jonathan Calleri sobre Lucas Vázquez le daba la oportunidad a los blancos para aumentar el marcador.

Más de lo mismo en la segunda parte

El equipo necesitaba un lavado de cara para disputar la segunda parte y poder conseguir al menos el empate. El entrenador cordobés, Paco Jémez, efectuaba dos cambios muy ofensivos, Jairo por Michel Macedo y Erik Expósito por  Vicente. La UD formaba al comienzo de la segunda parte con un 3-5-2 que le sirvió para acosar a la portería blanca. A pesar del empuje amarillo, en el minuto 50, otra jugada desafortunada dentro del área, en este caso cometida por Ximo Navarro, le valió al cuadro de Zidane para poner tierra de por medio en el marcador y sentenciar el partido.

Los siguientes minutos, la UD Las Palmas tiró más de alma que de fútbol para al menos maquillar el resultado. Con esta derrota, los amarillos se ponen a 7 puntos de la salvación y con la mala sensación de no conseguir la victoria desde hace 7 partidos. La próxima jornada se juega el "todo por el todo" contra el Levante y su única bala en la recamara. Los canarios están situados al borde del abismo con caída directa a segunda división.