Era el 27 de mayo de 2009 y el sol se ponía por detrás del Vaticano. En unos minutos, empezaría el partido más importante de la primera temporada de Pep Guardiola como entrenador de la primera plantilla del FC Barcelona.

Después de certificar la consecución de la Copa del Rey número 25 de la historia azulgrana ante el Athletic de Bilbao (4-1) y ganar la liga con varias jornadas de antelación, al conjunto azulgrana sólo le quedaba ganar un título para hacer de la 2008/09 una temporada histórica. Después de eliminar al Chelsea en semifinales, el Barça llegaba a Roma para jugar ante otro equipo inglés, el Manchester United, y que era el entonces campeón de Europa.

Los azulgranas celebrando un gol ante la Roma el pasado miércoles / Foto: Noelia Déniz (VAVEL.com)
Los azulgranas celebrando un gol ante la Roma el pasado miércoles / Foto: Noelia Déniz (VAVEL.com)

El partido daría comienzo al horario europeo habitual, a las 20:45, pero, sorprendentemente, los jugadores del FC Barcelona volvieron antes al vestuario: el calentamiento fue más corto. ¿Por qué? Porque antes de salir a jugar en el estadio más grande de una ciudad que dominó, durante siglos, el mundo, Pep Guardiola prefirió no dar ninguna charla motivadora, sino animar a sus jugadores de una forma distinta: con un vídeo.

En él, con imágenes de Roma y con la banda sonora de Gladiator de fondo, se mostraron vídeos de cada uno de los jugadores que formaban parte de la primera plantilla azulgrana. Más de uno reconoció que cayeron muchas lágrimas durante la proyección, pero lo que es cierto es que, durante los primeros diez minutos de partido, el Manchester United se comió al FC Barcelona.

Aunque muchos jugadores elogiaron la decisión del técnico de Santpedor de mostrarles un vídeo como el que vieron, algunos justificaron su mal comienzo por todas las emociones que vivieron en el vestuario romano antes de la final. Víctor Valdés, especialista en estar en un gran nivel durante las grandes citas europeas, fue el azulgrana que mantuvo vivo al FC Barcelona hasta que, en el minuto diez, apareció un jugador con el que, al principio de temporada, Guardiola no contaba: Samuel Eto'ó.

En la primera llegada azulgrana a la portería contraria, el camerunés marcó el primer tanto azulgrana. Es cierto que Van der Sar tocó el balón, pero finalmente se coló dentro de la portería. El delantero lo celebró con rabia, y es que era consciente de la importancia del tanto. El FC Barcelona estaba a tan sólo ochenta minutos de volver a ser el mejor equipo de Europa.

Messi en acción durante la final / Foto: FC Barcelona
Messi en acción durante la final / Foto: FC Barcelona

El gol lo cambió todo. A medida que iban pasando los minutos, el FC Barcelona no sólo se adueñó de la posesión del balón, sino que las ocasiones fueron casi siempre azulgranas. Primero Henry y segundo Xavi estuvieron a punto de marcar el segundo de la noche, pero la madera les impidió marcar su primer gol en una final de Champions.

Y en el minuto setenta, apareció el que siempre aparece: Leo Messi. Xavi Hernández, con el balón en la banda derecha, vio como Messi corría hacia la portería visitante y tras un centro impecable, el argentino introdujo el balón dentro de la portería inglesa. Messi se quitó la bota, Henry corrió a abrazarlo y Puyol se puso las manos a la cabeza. Faltando más de veinte minutos, los azulgranas sabían que esa final no se escaparía.

Es cierto que el Manchester United gozó de alguna ocasión pero, otra vez, Víctor Valdés apareció cuando más se lo necesitó. Fue, sobre todo, en un uno contra uno ante Cristiano Ronaldo: el portugués se plantó sólo delante del portero catalán, pero Valdés, especialista en el uno contra uno, se hizo inmenso. Ronaldo no pudo hacer nada más que chutar y su disparo impactó con el pecho del arquero y salió desviado. Fue una parada que le permitió confirmar al portero que si no hubiera sido por él, el Barça no estaría jugando esa final.

Tras el pitido final, el FC Barcelona se convirtió en el nuevo campeón de la Champions League. Los azulgranas lo celebraron por todo lo alto sabiendo que no sólo habían sumado su tercera Copa de Europa de la historia, sino que habían conseguido ganar el triplete por primera vez en la historia azulgrana.

Los azulgranas levantando el trofeo en 2009 / Foto: FC Barcelona
Los azulgranas levantando el trofeo en 2009 / Foto: FC Barcelona

Lo que pasó después lo conocemos todos. Años y años jugando el mejor fútbol del mundo y ganando un sinfín de títulos, un modelo que, aunque con algunas modificaciones, todavía perdura. El martes, el FC Barcelona volverá a pisar el césped del Estadio Olímpico romano y aunque el partido será muy diferente, los azulgranas quieren volver a reinar en una ciudad donde ya lo hicieron en 2009. Nueve años después, el FC Barcelona puede volver a conquistar Roma.