El conjunto vitoriano no concedió terreno a sus más cercanos perseguidores, que tampoco fallaron, venciendo a un desahuciado Caudal Deportivo que vive sus últimas horas como equipo de bronce.

No podía fallar y no lo hicieron los de Igor Gordobil. Era una de sus balas guardadas en la recámara: un partido en Olaranbe con los suyos en las gradas y ante un equipo ya descendido como los asturianos. 

Parecía el contexto perfecto para obtener tres puntos valiosísimos por su lucha por la salvación, y pronto se confirmaron sus suspicacias: apenas cinco minutos jugados y los locales ya vencían con un tanto del delantero Xesc Regis en su primera intentona del encuentro.

El gol tranquilizó a los locales ante un Caudal que poco propuso en ataque hasta ya bien entrada la primera parte. Era el 39' cuando Camochu metía el miedo de nuevo en el cuerpo a los vascos con un empate que sentó muy mal casi con el descanso encima. Justo antes del entretiempo, Escoruela estuvo cerca de responder con otro tanto de vuelta a los visitantes pero su disparo se topó con el palo.

El propio Escoruela sería protagonista nada más reanudarse el choque al ser expulsado al ver su segunda amarilla tras simular un penalti. Pintaban mal las cosas para el filial del Eibar, pero pocos minutos después se nivelaba el contador de expulsiones con otra segunda amarilla, en esta ocasión para el visitante Alberto Gómez.

Con una segunda parte muchísimo más activa en todos los sentidos, los de Gordobil se lanzaron a por una victoria más que vital. Sería ya en el 70' de juego cuando Lara encontraría la meta contraria con un centro-chut que sorprendió al meta asturiano (2-1).

Con el partido ya cerca de acabar y tras haber perdonado el empate el Caudal, mataría la incertidumbre el equipo vasco con un contragolpe culminado por Xesc que firmaba así su doblete. Triunfo del CD Vitoria que le sirve para seguir el ritmo de sus perseguidores, un Izarra y un Peña Sport que también vencieron y que siguen a uno y cuatro puntos respectivamente.