Juan Sabas lo ha vuelto a hacer. Cincuenta y un días después de su vuelta, el Extremadura lograba lo que todos soñaban y pocos pronosticaban antes de su llegada:  el codiciado ascenso a la Liga 123. Una nueva hazaña que permite a la ciudad Almendralejo materializar sus deseos futbolísticos, revivir ese inconfundible aroma de épocas doradas y dar a la región un salto "profesional".

El pasado lunes, la plantilla volvía de Cartagena y la ciudad le recompensaba visitiéndose de fiesta. Éxtasis, reconocimiento y un "Sabas quédate"  como unánime banda sonora se encargaban de aderezar los mejores momentos de la celebración. Una petición generalizada que el club hacía realidad en las últimas horas anunciando su renovación. El nuevo curso se divisa en el horizonte y el Extremadura de plata ya tiene a ese director de orquesta que sus aficionados deseaban.

Tiempo de valientes

28 de diciembre de 2016. El recién llegado grupo inversor anuncia a  Juan Sabas como nuevo técnico azulgrana.  Un día después, es presentado con ese aura de incertidumbre e incógnitas que rodeaban todo lo que concernía al futuro del club. El Extremadura que le espera es un equipo con un pie en Tercera División: penúltimo en la tabla, con tan sólo 14 puntos y a siete de la permanencia, hablar de salvación es cuanto menos una utopía.

Foto: Carlos Gómez, VAVEL
Foto: Carlos Gómez, VAVEL

Una enmienda muy complicada que, tal y como ha comentado en varias ocasiones el propio Sabas, le provoca cierta inquietud en ese primer trayecto entre Madrid y Almendralejo. Sin embargo y lejos de titubeos, el madrileño recogía el guante  y asumía ser la "cabeza visible" ante tan exigente reto.

El flechazo entre Sabas y Almendralejo no se hace esperar. El nuevo entrenador hace gala de una serie de cualidades que encajan a la perfección con la idiosincrasia de la localidad y del club: humildad, cercanía y pasión. Ingredientes que históricamente han conformado las recetas del éxito azulgrana y de los que, una vez más, se partía para afrontar dicho reto.

Con fe, altas dosis de empatía y un talento innato para la motivación, el madrileño se hace rápidamente con las riendas de la plantilla y el unánime beneplácito de ésta. El Extremadura de los valientes va acumulando tardes épicas y, con una segunda vuelta de playoff, consigue lo impensable: la heroica salvación.

Foto: Alberto Lorite, @EXT_UD oficial
Foto: Alberto Lorite, @EXT_UD oficial

Noticia inesperada

El tiempo, en forma de demoledora estadística, demostraba que el madrileño era el hombre indicado para salvar la situación y bajo esta premisa el club decidía renovarle. Sin embargo, tan sólo dos meses después, saltaba la sorpresa en pleno stage de pretemporada: Juan Sabas era cesado. Las discrepancias respecto a la gestión del proyecto resultaban insalvables y, entre lágrimas, el técnico se despedía de los medios para dejar su lugar a Agustín Izquierdo.

Foto: Carlos Gómez, VAVEL
Foto: Carlos Gómez, VAVEL

A partir de aquí, la tercera experiencia del club en B se convertía en una auténtica montaña rusa. Una travesía llena de obstáculos en busca de una identidad que ni Izquierdo, ni Manolo Ruiz, ni Martín Vázquez consiguen alcanzar. La buena imagen ofrecida al final de la primera vuelta se esfuma durante el inicio de la segunda y el equipo se sumerge en una dinámica de baches inexplicables que lapidan, jornada a jornada, sus opciones de pelear el liderato. 

Una campaña en la que el recuerdo del técnico madrileño se hace, en muchas ocasiones, inevitable y un nombre que no deja de ser pronunciado de manera melancólica a lo largo de los meses.

Bienvenido Mr. Sabas

La visita a Badajoz en la antepenúltima jornada  supone un punto de inflexión. El equipo toca fondo sobre el césped del Nuevo Vivero y sufre una dura derrota que le deja fuera de playoffs, dependiendo de terceros. Las miradas de los almendralejenses desplazados lo dicen todo y  toda fe se desvanece entre protestas y numerosos gestos de impotencia. 

Foto: Carlos Gómez, VAVEL
Foto: Carlos Gómez, VAVEL

El equipo atraviesa el momento más delicado de la temporada y una reacción de última hora se convierte en necesaria. Tan sólo unas horas después de la debacle pacense, las medidas hacen acto de presencia y Martín Vázquez es destituido. Sorprendiendo a propios y extraños el club anuncia que Juan Sabas regresa y todo, absolutamente todo, cambia.

De nuevo el mismo trayecto Madrid- Almendralejo y, de nuevo, la misma incertidumbre de cara a salvar una situación en tan sólo dos semanas. Sin embargo, hay algo diferente respecto a ese primer viaje en 2016 y se puede apreciar en el masivo recibimiento que los aficionados le ofrecen a su llegada. 

Almendralejo cree ciegamente en Sabas y el vestuario, completamente roto, tarda minutos en contagiarse de la fe que envuelve la reaparición del técnico. Como si de un brutal "deja vú" se tratase, las lamentaciones desaparecen y el bloque cambia radicalmente,  clasificándose de forma brillante para los playoffs.

Foto: Alberto Lorite, @EXT_UD oficial
Foto: Alberto Lorite, @EXT_UD oficial

Con todos los futbolistas "enchufados", la dinámica es tan ascendente y la motivación tan grande, que el cuarto clasificado del grupo se convierte en toda una amenaza de cara a los playoffs.  Da igual el rival, el factor campo o las circunstancias adversas, todos los fantasmas de la temporada han desaparecido y, eliminatoria a eliminatoria, la fe generalizada y la sensación de grupo van in crescendo.

La "fiesta" en el vestuario durante el descanso del pasado domingo quizá haya sorprendido a nivel mediático, pero no es más que el reflejo de lo que ha supuesto el retorno de Juan Sabas : fe, unión y pasión. 

A día de hoy no podemos aventurar ni el contenido, ni la duración de la próxima página que el madrileño escribirá en el Extremadura. Sin embargo, lo que sí tenemos es la certeza de que el nombre de  Juan Sabas figurará con letras de oro en esta bonita historia que vuelve a ser el fútbol almendralejense.