La Unión Deportiva Logroñés va muy en serio de cara a la siguiente temporada. Los de Sergio Rodríguez cuentan ya con 17 futbolistas de cara a la pretemporada, que comenzará el 12 de julio. Tras los fichajes de Iván Buigues, Mikel Santamaría, Lander Olaetxea, Andy y Ander Vitoria, llega un auténtico peso pesado para la categoría. Un futbolista que lo ha sido todo en El Sadar, llegando a jugar incluso una previa de la Champions y varios partidos en UEFA. Fue además clave durante momentos críticos de la historia de Osasuna. Decidió no seguir con el cuadro rojillo tras el final de esta temporada y ha querido continuar sus días de fútbol en la capital riojana.
Javier Flaño (Pamplona, 19-8-1984), puede actuar tanto en el lateral derecho como en el izquierdo. El de Iruña es un producto de la cantera osasunista. A los 17 años, ya pudo debutar en la categoría con Osasuna B. Su buen nivel y precocidad no pasó desapercibido para los técnicos de las categorías inferiores de la selección española, que le convocaron para la sub-20. Tras cuatro temporadas en la factoría, subió al primer equipo en la 2005/06. Tuvo suerte, ya que pudo jugar la UEFA ese año, cayendo a las primeras de cambio con el Stade Rennais francés. El futbolista participó en un encuentro de esa competición.
Dos temporadas inolvidables
El año 2006 iba a ser histórico para él. Contribuyó con más de 2700 minutos a que los navarros acabaran cuartos, con 68 puntos, al mando de "Kuko" Ziganda. Su posición les dio derecho a jugar una previa de la máxima competición continental. El entonces Reyno de Navarra acogió un evento histórico en una ciudad que no llegaba a 200000 habitantes. El Hamburgo fue su rival. Tras dos empates, los bávaros pasaron por el valor doble de los goles fuera de casa. De todas formas, el cuadro foral pudo jugar la Copa de la UEFA. Javier Flaño era entonces titular en Primera y pieza muy importante del equipo. Su hermano Miguel Flaño también estaba en la plantilla, aunque sin tanto protagonismo. Con el paso de los años, se invirtió la tendencia.
La algarabía siguió en Navarra. En su participación en UEFA, Osasuna se plantó en semifinales, donde cayó con el Sevilla. El lateral jugó hasta ocho partidos europeos y veintisiete de Primera División. Su progresión parecía imparable. Sin embargo, durante las dos siguientes campañas su rendimiento bajó y solamente jugó catorce partidos de la máxima. Viéndose sin oportunidades, no le quedó otra que salir a buscarse un futuro. Escogió Soria, enrolándose en el Numancia. A orillas del Duero logró convertirse en un jugador capital, dejando a los de Los Pajaritos cerca de las posiciones de play-off a Primera. Sus siguientes pasos le llevarían a Elche, conjunto con el que ascendería a la entonces Liga BBVA en 2013.
De las cenizas al cielo
Al verse sin minutos, abandonó la costa valenciana con destino a Anduva, donde descendió deportivamente, aunque la entidad acabó salvándose "in extremis" en los despachos. Al final del año, Javi decidió volver a Osasuna, pasando de vivir la gloria al más puro infierno. Las deudas afectaron a la situación deportiva y la entidad comenzó a dirigirse hacia una posible desaparición. Pero iba a aparecer él. En la última jornada, cuando todo parecía perdido. Los rojillos perdían 2-0 en Sabadell y se iban a Segunda B. David García, a falta de un cuarto de hora, puso el 2-1. Sobre el final, Javi Flaño puso el empate y quizá salvó la vida al club de sus amores. Esa postrera diana condenó a otro histórico, el Racing de Santander.
Un nuevo proyecto comenzaba a orillas de El Sadar tras la agónica permanencia. Después de un gran inicio, los altibajos llegaron. A duras penas, el Club Atlético Osasuna se clasificó para la promoción de ascenso a la máxima, en sexta plaza. Flaño volvió a ser protagonista, marcando un gol clave frente al Nástic y posteriormente siendo titular y ganando la final ante el Girona. Los de Iruña ascendieron, pero bajaron inmediatamente. Independientemente del rendimiento grupal, Javi Flaño no ha podido ser protagonista, jugando algo más de 500 minutos en los dos últimos años y decidió salir.
¿A por un ascenso?
El zaguero ha querido apostar por la UD Logroñés, seducido por el proyecto con grandes miras que se está gestando en Las Gaunas. Conoce al director deportivo Carlos Lasheras, además del veteranísimo César Caneda, ambos de su etapa en Miranda de Ebro. Por cartel, es uno de los fichajes más llamativos de la historia del club blanquirrojo. 75 encuentros en Primera, 225 en Segunda, experiencia y profesionalidad a raudales. Solamente ha marcado cinco goles en su carrera, pero dos de ellos absolutamente cruciales. Uno para sobrevivir y otro para soñar. En la Comunidad Foral es considerado héroe y leyenda; y en Logroño espera ser decisivo para que la ciudad pueda volver al fútbol profesional casi dos décadas después.