Desde VAVEL, queremos incentivar el análisis post partido para alejarnos del relato o narración de partidos que supone una crónica, para destacar los aspectos tácticos más importantes y las notas predominantes de los encuentros, para ofrecer una muestra de la cantidad de entresijos que guarda el deporte rey, más allá que el mero hecho de correr detrás de un esférico.

Es por esto por lo que, desde el Atlético de Madrid, queremos reforzar el contenido con esta sección más crítica, visualizando los aspectos y puntualizando en las ideas que marcan los partidos de cada jornada del equipo rojiblanco, para poder detectar las virtudes y errores del equipo, que den una visión explicativa del "por qué" del resultado final. 

En "Partido a partido", intentaremos reproducir las claves del partido en lo referente a las sensaciones del equipo dirigido por Simeone, mediante la reflexión contrastada de lo que depare la disposición táctica del equipo en el partido que dispute, tratando de aclarar las dudas en torno a la propuesta futbolística del entrenador argentino. 

Empeñados en no sacar pecho

Tras sendas victorias contra Huesca y Getafe, el conjunto colchonero se dejó dos puntos contra su eterno rival practicando un estilo muy reconocible y similar al de lo que va de temporada, teniendo altibajos durante distintos tramos de los 90 minutos, en los que mostró dos caras en cada parte del partido. 

La pizarra de Simeone siempre se hizo notar, tal y como viene ocurriendo en los últimos choques entre los dos equipos madrileños, tratando de ser fiel a su idea clara y concisa basada en no asumir riesgos innecesarios, tener solidez atrás y buscar el espacio en las transiciones ofensivas. 

Pero el vigente campeón de la Supercopa de Europa, no está cumpliendo en este arranque de temporada con las expectativas generadas en torno a su plantilla, habiéndose reforzado a conciencia para ser un aspirante de todos los títulos sin titubeos y yendo de cara a los rivales mirando a tú a tú a cualquier conjunto europeo. 

La parroquia colchonera comienza a estar ansiosa al no percibir un cambio en cuanto a idea de juego por parte del equipo, pese a contar con piezas para ello, dejando de lado la identidad de "experto defensivo", para dar paso a una propuesta ofensiva que pudiera incluso implementar esa gran defensa ya lograda por el equipo del Metropolitano

Contra el Real Madrid, hubo dos caras muy reconocibles en cada parte del partido, siendo la primera la mejor versión de los visitantes, para pasar al repliegue en los últimos 45 minutos. 

Lo que comienza a crispar, es la carencia de fútbol de dominio, de control, asociación, o de asedio al rival en los buenos momentos del equipo, debido a que cuando mejor juega el Atlético de Madrid, debe de darse un ritmo de encuentro alocado, con fallos del rival, contando con espacios para correr, tal y como ocurrió en las dos mejores ocasiones del primer tiempo impedidas por Courtois

El equipo del Manzanares no se conforma con el "unocerismo" característico de anteriores etapas, quiere más, necesita sentirse un ogro en el Viejo Continente, y el planteamiento del sábado, no parece el de un equipo que se atreva a mirar a la cara a su oponente, si no que da la sensación de inferioridad y de ser un equipo que quiere asustar a la contra sin proponer nada en el juego ofensivo. 

Los aires de grandeza son algo crucial si quieres conquistar un número de títulos considerable, y no ir a rascar aquellos que puedas, la actitud es diferente y, un modelo en el que el fútbol de asociación no tiene una referencia o patrón consolidado y clarividente, las posibilidades se reducen aún más.

En el estadio del eterno rival, la primera parte cayó del lado colchonero más por demérito del conjunto local que por mérito del buen fútbol de los rojiblancos, que se limitaron a esperar una genialidad de la cantidad de jugadores talentosos que acumulan, sin establecer una serie de pases verticales u horizontales que desconcertaran a un rival, que se encargó de ofrecerles posibilidades de hacerles daño con espacios muy evidentes en defensa. 

La segunda mitad, al ser la peor, ni que decir tiene la cara de equipo pequeño que mostró el conjunto colchonero, realizando su clásico repliegue y formando una muralla detrás de la pelota muy efectiva, pero que dejaba desconectado al ataque que en fase ofensiva no tardaba en perder el cuero, suponiendo unos 45 minutos finales a merced del equipo madridista. 

Las estadísticas que más en evidencia dejan a la propuesta colchonera, son la cantidad de pases realizados en comparación con el rival, completando un total de 358 por 638 del contrario, siendo Koke con 55 el que más número de desplazamientos realizó, mientras que jugadores como Ceballos que disputó solo media parte, llegaron a los 45, y otros como Carvajal o Nacho, realizaron 101 y 61 respectivamente. 

En el apartado de toques de balón, ocurre lo mismo, con Koke como representante del Atleti con 69 toques, siendo el que más tiempo retuvo la pelota en su poder, contrastando con los 116 de Carvajal y los 119 de Kroos, que le ganó la partida en el medio del campo. 

Mapa de calor de Casemiro, Kroos y Modric, evidenciando la facilidad para pisar tres cuartos de cancha del equipo blanco. Fuente: Whoscored
Mapa de calor de Casemiro, Kroos y Modric, evidenciando la facilidad para pisar tres cuartos de cancha del equipo blanco. Fuente: Whoscored

 

"Rodridependencia" en ataque posicional

Como escenificación de la falta de gen ganador del equipo, resulta llamativo el planteamiento del equipo en ataque posicional, el cual es muy representativo por la falta de fluidez en la salida de balón desde atrás, donde el peso del equipo recae en el único culpable de que el desastre sea flagrante: Rodrigo Hernández. 

En el Bernabéu, ni más ni menos, el ex jugador del Villarreal dio una lección de criterio con el balón en los pies, ejerciendo de principal canalizador del fútbol ofensivo del equipo, ofreciéndose a los centrales para dar primer y segundo pase de jugada, siendo eficaz en sus decisiones tal y como ratifica su 95% de acierto en el pase, dando un recital de fundamentos en las labores de un pivote defensivo. 

Mantuvo la posición y demostró su inteligencia táctica en una primera parte para enmarcar, denotando la necesidad del centrocampista de 22 años en la jugada en estático de los rojiblancos, que sufren con un ritmo pausado para hacer daño al contrario, requiriendo la presencia en zonas de creación de Griezmann para dar un pase diferencial que acelere la jugada.

El bajo nivel de Saúl en los primeros partidos de temporada, está obligando a Rodri a multiplicar su presencia en el doble pivote, sin ofrecer determinación ni verticalidad por parte de su pareja de baile. 

El buen partido de Thomas contra el Huesca en la jornada intersemanal, podría ser una alternativa interesante como ya mostró el sábado contra el Real Madrid, cuando con la entrada del ghanés, se equilibraron las fuerzas y recuperaron terreno los colchoneros. 

Tanta responsabilidad en manos de Rodrigo Hernández, fue gestionada con más que nota por parte del pivote, que recordó una vez más al mejor Sergio Busquets con una toma de decisiones correcta y decidida, avanzando cuando tenía que hacerlo y ofreciéndose constantemente para una salida de balón, que no consiguió la profundidad necesaria en el cuarto y quinto pase, a salvedad de los dos balones al hueco a Griezmann y Costa, que ambos erraron.

La pareja Rodri-Koke, parece la idónea para el Atlético de Madrid en el doble pivote, o cambiando el sistema en el que se ve anclado el Cholo de 4-4-2, por un 4-3-3 con Rodri de pivote defensivo y dos interiores como Saúl y Koke haciendo labores de volante y pisando el área para favorecer las virtudes de llegador de Saúl Ñíguez, que tan alejado de zonas de peligro ve mermadas sus capacidad técnicas. 

El ataque posicional del Atlético de Madrid necesita un cambio, una variante más ambiciosa y en la que se proponga un mayor fútbol de control de la pelota y que de alternativas para que el rival se vea acorralado, y para ello, Rodri debe ser la primera opción, pero estar apoyado por todo el frente del ataque, no únicamente con pases de seguridad y sin bandas abiertas. 

Rodri es el canalizador del juego rojiblanco. Fuente: Getty Images
Rodri es el canalizador del juego rojiblanco. Fuente: Getty Images

Preocupante falta de amplitud 

Otro de los puntos a destacar que viene siendo una constante en los partidos del Atleti, fue la poca influencia que están teniendo en este inicio de temporada los laterales colchoneros, que se están viendo relegados a tareas meramente defensivas y de guardar la posición, sin aportar frescura de ideas o variantes en el juego de ataque.

Filipe Luis siempre se ha jactado de su capacidad de jugar combinando con los centrocampistas gracias a su buen toque y moderadas subidas por el carril zurdo, que tanto aportan en los flancos de jugada para sorprender al contrario llegando desde segunda línea, mientras que Juanfran, también fue en su día una opción nada desdeñable para el interior diestro que contaba con sus correctas incorporaciones. 

Un asistente y generador de ocasiones como Filipe, o un lateral rocoso y potente en ataque como Lucas Hernández, están viéndose anquilosados en la izquierda, sin compañeros en los que apoyarse cuando se proyectan en fase ofensiva, sin ofrecimientos para trazar paredes, aislados del protagonismo ofensivo que tanto reclama en las bandas el equipo de Diego Pablo Simeone.

El quiz de la cuestión, reside en la acumulación de jugadores en el carril central del equipo rojiblanco, que se muestra compacto en la zona media, pero que tiene un importante déficit de anchura de su juego, acusando la vocación centralista de sus dos interiores, Lemar y Koke, que prefieren pisar zonas ya ocupadas por Griezmann y Costa cuando bajan a asociarse, dejando huérfanas las bandas y dejando sin apoyo a los laterales. 

El placentero partido de Nacho y Carvajal, que no sufrieron en ningún tramo de los 90 minutos en sus zonas, dejó en evidencia la falta de colmillo en ambos flancos del Atlético de Madrid, todo ello pese a los cambios de posición entre Lemar y Koke, que aún así caían al centro para asociarse en el caso del francés, o bajaban a la sala de máquinas de nacimiento de jugada en el caso del madrileño. 

La ausencia de interiores que abran el campo, están convirtiendo el ataque en estático de los colchoneros en previsible, plano y sin alternativas, paliadas en menor medida con jugadores como Correa que ensanchan más la jugada o la posibilidad de Gelson para añadir desequilibrio en los costados.

De la influencia y presencia en línea de fondo de Juanfran (o Arias cuando entre en juego), Filipe o Lucas, dependerán las opciones de un salto de calidad en el frente del ataque rojiblanco, aglutinado en torno al centro y a la genialidad en el último pase de los jugadores que tiene, y que tan capacitados para realizarlo están, pero que no siempre contarán con el grado de inspiración necesario para dar la victoria entre líneas. 

Hasta el momento, la sombra de Vrsaljko se está haciendo notar en el equipo, ya que Juanfran no está encontrando el nivel y la producción ofensiva del croata, y la llegada de Arias se antoja cada vez más necesaria para irrumpir en un carril diestro, asolado por la naturaleza de pivote de un Koke, que estuvo a buen nivel el sábado pero no en la función de interior en la que juega. 

El problema de la anchura del equipo en ataque, se ve mantenido por la eficacia del sistema en defensa, que es la seña de identidad del técnico porteño, que se sirve del rigor táctico de Koke a la hora de cubrir la banda, para complementarlo con la presencia física de Saúl y Rodri que, añadido al trabajo de un jugador como Lemar o Correa, hacen una línea de cuatro que está siendo la tela de araña de la defensa colchonera esta temporada. 

El Atleti necesita más influencia en bandas. Fuente: Getty Images
El Atleti necesita más influencia en bandas. Fuente: Getty Images

Falta de acierto de la dupla de ataque

Les lleva pasando en los últimos encuentros algo que es un imprescindible para que el sistema cholista tenga el éxito que ha atesorado hasta el día de hoy. 

El equipo presidido por Enrique Cerezo, ha presumido en los últimos años de llegar poco pero con efectividad en los metros finales, generando pocas ocasiones pero corriendo a la contra y siendo letales en las mismas. 

Ayer contra el Real Madrid, Costa y Griezmann tuvieron sendos mano a mano con su ex compañero Courtois, que les sacó el tiro en ambas ocasiones, amarrando las opciones de ponerse por delante en los mejores minutos del Atlético en el partido, pasando factura en la segunda en la que se vieron dominados y sin gozar de este tipo de oportunidades. 

El acierto de los dos delanteros rojiblancos, no está siendo el esperado tras la gran Supercopa del hispanobrasileño, donde le salió todo lo que intentó, y en este arranque de temporada se está mostrando desacertado en la definición de jugada. 

Por parte del francés, más de lo mismo. Contra el Eibar, Dimitrovic les frustró a ambos las ocasiones, y contra el Huesca también tuvieron problemas para hacer unas dianas, demostrándose que no está siendo su campaña de cara a puerta con los dos tantos logrados por "El Principito", y la cartilla a cero por parte del de Lagarto.

Perdieron sus oportunidades en el derbi, y de su acierto de cara a puerta dependen las aspiraciones del Atlético de Madrid esta temporada, de modo que se espera una mejoría en este aspecto de las referencias colchoneras. 

El caso del internacional con España es más controvertido, debido a que en este inicio liguero no ha encontrado las sensaciones esperadas tras la gran Supercopa de Europa, cayendo de manera equivocada a recibir de espaldas, perdiendo esa habilidad para servirse de su físico para imponerse a rivales y de desmarcarse al espacio para finalizar a la perfección. 

Necesitan la mejor versión de Diego Costa los rojiblancos, como necesitan un mayor número de tiros a puerta de Antoine Griezmann, que está produciendo mucho y muy bien viniendo a recibir a la zona de tres cuartos, mostrando su visión de juego y calidad al primer toque, pero que no transforma en finalizaciones a portería, que es lo que necesita el equipo del Cholo

Como se menciona con anterioridad, la posibilidad de acercar a Saúl a zonas de final de jugada, podría ser la clave para que Costa o Griezmann se vieran más liberados de sus funciones de creación de juego, principalmente el español, y dándole mayor libertad a Griezmann para caer a banda y a la frontal del área intercambiando posiciones con un Saúl más ofensivo y jugador de pisar área rival. 

Zona de influencia de Costa y Griezmann contra el Madrid. Fuente: Whoscored
Zona de influencia de Costa y Griezmann contra el Madrid. Fuente: Whoscored