Eibar VAVEL

La salvación, en tránsito

A falta de 13 jornadas, el equipo guipuzcoano se encuentra próximo a consumar su objetivo. Repasamos cómo le ha ido al conjunto azulgrana en las anteriores campañas y qué fundamentos lo acercan a la permanencia.

La salvación, en tránsito
Foto: Ángel Ezkurra-VAVEL-.
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Por Oscar Stefano De Antoni

Con 25 jornadas en sus espaldas, la Sociedad Deportiva Eibar observa desde el horizonte la permanencia. El representativo vasco vislumbra bajo un panorama próspero y certero, poder certificarla en las próximas fechas. Habiendo obtenido hasta la fecha 31 unidades y colocado en la undécima ubicación de la tabla, ocho puntos separan a los de José Mendilibar del último rival por la zona roja: el Rayo Vallecano

Por disputarse 13 jornadas (39 puntos en juego), en el horizonte más cercano el contexto se presenta como inmejorable. Dos de los próximos tres partidos de Liga, serán en calidad de local. Allí, en el Estadio municipal de Ipurúa, el combiando eibarrés recibirá a dos equipos necesitados: Celta de Vigo (24) y Real Valladolid (26), visitando en el medio al Deportivo Alavés (37). En caso de repetir la dinámica que viene manteniendo en casa, otro grueso del principal objetivo estará más cercano.

A diferencia de otros cursos, los guipuzcoanos necesitarán más de 40 puntos para respirar tranquilos en lo que resta de temporada puesto que al presente, la zona baja se encuentra equilibrada con nueve equipos distribuidos en nueve ubicaciones, distancia de 11 puntos existente entre el Huesca (19) y Eibar (31). Una seguidilla de resultados negativos, significarán la vuelta al lío y en caso contrario la rúbrica en Primera División para la siguiente campaña.  

Ipurúa, un fortín

Indudablemente, el epicentro del conjunto azulgrana se convirtió en un punto sobresaliente para la obtención de puntos. Del total de unidades con que cuenta Eibar, 23 (74%) han sido en esa condición. Además, en los partidos disputados como anfitrión el representativo guipuzcoano sumó seis victorias (Real Sociedad, Leganés, Alavés, Real Madrid, Espanyol, Girona), cinco empates (Athletic, Levante, Valencia, Villarreal, Getafe) y dos caídas (Huesca, Sevilla). No obstante los desplazamientos se convirtieron en una pesadilla ya que sólo se obtuvieron ocho unidades con una victoria (Girona), cinco empates y seis derrotas.

Foto: Ricardo Larreina-VAVEL-.
Foto: Ricardo Larreina-VAVEL-.

Haciendo un recorrido de lo que fueron las últimas permanencias armeras en Primera División, a estas alturas (jornada 25) las 31 unidades representan la segundo cosecha de puntos más baja por detrás de los 27 en la temporada estreno (2014-15). En aquella oportunidad, cinco puntos separaban al combinado eibarrés del décimo octavo (Levante). Además en las tres campañas anteriores, ya con Mendilibar, la salvación matemáticamente estaba avanzada (15, 20 y 16 unidades distanciaban a los vascos del 18° durante los cursos 15-16, 16-17 y 17-18).

Posteriormente, esa brecha se acortó en las primeras dos campañas. En la de estreno con Gaizka Garitano, los guipuzcoanos presentaron un bajón en la última parte de la temporada sumando sólo ocho puntos en las 13 jornadas finales. En tanto, en la del retorno de Mendilibar al Eibar, de los 15 puntos que separaban de Las Palmas se culminaba a cinco del Rayo Vallecano. Por su parte, en las siguientes campañas esa falencia se corrigió con una segunda vuelta más regular, ya que la diferencia de la jornada 25 aumentó o disminuyó exiguamente.

Los fundamentos de la credibilidad

Sin dudas, el panorama a la presente campaña se presenta prometedor para el combinado blaugrana. Un equipo prácticamente de memoria que fecha a fecha ha ido creciendo futbolísticamente. Sin embargo, la zaga central (Arbilla como fijo), el extremo derecho (Fabián Orellana, Pablo de Blasis) o izquierdo (Cucurella, de Blasis) y la referencia de área (un Charles pletórico) fue donde más modificaciones se suscitaron. Luego, los dos porteros (Asier Riesgo, Marko Dmitrovic), los laterales (Rubén Peña, Cote), el eje del mediocampo (Papakdouli Diop, Joan Jordán), los dos externos (Fabián Orellana, Marc Cucurella) le concedieron al equipo una regularidad y forma de juego distinguida a la hora de competir, afrontando cada compromiso de la misma manera sin importar el rival de turno.