El Barcelona ha vuelto a hacer historia al conseguir la 26ª Liga Santander pero, lejos del abrumador éxito de todo el equipo, quien también celebra el campeonato de manera personal es Leo Messi, a quien los elogios se le empiezan a quedar cortos.

El capitán le brindó a la plantilla poder celebrar este sábado el título sobre el césped del Camp Nou pues, tras la victoria del Atlético de Madrid, la exigencia era máxima. El argentino marcó el único gol del partido ante el Levante y, junto a la contundencia de Ter Stegen en la portería, permitió que los azulgranas vencieran el duelo definitivo. Con Rubiales en la Ciudad Condal, el título de Liga Santander fue entregado al campeón, que lo celebró por todo lo alto ante sus seguidores.

Leo Messi ya ha conseguido levantar 10 títulos del campeonato doméstico, superando así a Andrés Iniesta (9) y convirtiéndose en el futbolista del Barcelona con más títulos de Liga de la historia del Club. Un hecho difícilmente igualable, pues el rosarino lo ha logrado en 14 temporadas en lo más alto.

Messi supera a Iniesta y sigue a Gento

Aunque la estela y leyenda de Andrés Iniesta se quedarán siempre en el Camp Nou, el talento innato de Messi se ha hecho imparable en estas dos últimas décadas en el fútbol mundial. Cuesta ver un final del argentino vestido de azulgrana ya que, por el momento, siempre consigue ponerle su toque de magia a todo lo que toca.

Messi hace posible lo imposible

Ahora ya en lo más alto del podio, son Xavi Hernández, Sergio Busquets y Gerard Piqué quienes siguen en el top-5 de jugadores con más Ligas, con 8 cada uno. En la historia de la competición española, Messi ya ha igualado a Pirri, del Real Madrid y sigue la sombra de Gento, también del conjunto blanco, que consiguió acumular hasta 12 trofeos.

El talento del capitán azulgrana es innegable y ya ha asegurado en más de una ocasión que su hambre voraz por conseguir títulos con el Barcelona va aumentando al paso de los años. Messi ha asegurado que peleará por regalar a la afición todos los campeonatos en juego y los azulgranas no pueden hacer más que creer en su palabra, ya que en el fútbol ha hecho posible todo lo que parecía imposible.