El equipo de Julen Lopetegui consiguió una victoria de peso en El Alcoraz  la pasada tarde de sábado, en un partido donde el equipo hispalense mantuvo la incertidumbre hasta el minuto 83. Los andaluces empiezan a coger ritmo cerrando una semana satisfactoria, concretando la clasificación a Octavos de final de la Champions League el pasado martes y colocándose quintos en competición local con solo nueve partidos disputados.

Tal y como advirtió su entrenador en la rueda de prensa previa, los de Nervión iban a sudar de lo lindo para poder conseguir algo positivo en su visita a tierras aragonesas, en un partido que tuvo intensidad, buen manejo de pelota y seguridad defensiva de los visitantes, y es que a decir verdad, el Sevilla se está malacostumbrando, ya que en los últimos partidos suele estar dejando lo mejor para el final

Lopetegui apostaba por un once reconocible, pero con algunos cambios novedosos para seguir dotando al equipo de aire y descanso, donde se percibe la entrada obligada de Rekik en el lateral izquierdo -debido a las lesiones de Acuña y Escudero-  la inclusión de Óliver en el centro del campo y la entrada de Munir en el extremo izquierdo. 

El partido comenzaba con dominio sevillista, con las ideas claras y sabiendo a lo que jugaba, pero las contras de la SD Huesca no tardaban en llegar, precisamente, por un jugador que ha militado en el vigente campeón de la Europa League, Sandro Ramírez. El canario aprovechó en los primeros minutos las dudas de la defensa sevillista, corriendo al espacio y atacando zonas de peligro, siendo durante los minutos que disputó, un dolor de muelas para los de Julen Lopetegui.

La tónica habitual de la primera parte fue la misma, el Sevilla intentaba percutir mediante centros de Jesús Navas, carreras de Ocampos y remates de de Jong, pero no creaban ocasiones de peligro claras que pusieran en serios compromisos a los locales.

El ataque hispalense fue algo tímido en el primer tiempo, mientras que los altoaragoneses llegaban a la portería de Vaclik mediante chispazos intermitentes en una primera parte huérfana de ocasiones claras.

Lopetegui volvió a hacer magia

En tiempos actuales, no se entiende que un equipo como el andaluz no militara en puestos europeos, y en la jornada 11 -aunque era la novena para los visitantes- se antojaba fundamental el triunfo para que la clasificación de los andaluces se correspondiera con el equipo que son. Lopetegui volvió a hacer magia, y hasta que no movió el banquillo, el equipo no se agitó de manera notable para poner en riesgo a los de Míchel

Todo pudo cambiar en el minuto 60, Rafa Mir dejó pasar un balón que dejó solo a Sandro, el canario que se marchó de Vaclik, pero erró un gol cantado a puerta vacía. No estaba todo dicho en el partido.

En el minuto 64 el técnico de Asteasu planteaba un doble cambio, salían Rekik y Joan Jordán y entraban Aleix Vidal y Rakitic respectivamente, el técnico buscaba dominar el centro del campo y la velocidad por ambas bandas, tras el susto cuatro minutos antes.

En el 74 ingresaban Óscar y el que viene siendo el salvador en los últimos partidos del Sevilla, En-Nesyri, toda una declaración de intenciones, los hispalenses ponían toda la carne en el asador para asaltar Huesca. El equipo de Nervión comenzaba a amenazar la portería de Andrés Fernández mediante centros, faltas peligrosas y disparos desde fuera del área. Era un tramo de acoso y derribo visitante, la SD Huesca achicaba aguas como podía.

A menos de diez minutos para el final, Ocampos recibía un balón comprometido donde consiguió driblar a su oponente y poner un centro raso a medida que remataba al primer palo el marroquí, 0-1. En-Nesyri volvía a aparecer en minutos claves.

Lopetegui llamaba rápidamente a Nemanja Gudelj, que sustituía a Munir, quería amarrar tres puntos que sabían a gloria. En los minutos finales pudo haber llegado el empate del equipo local, pero Aleix Vidal salvó un más que posible remate de Okazaki en el área. El partido llegaba a su fin, el Sevilla conseguía una victoria necesaria, pero debe seguir mejorando si quiere pelear por objetivos similares como los del año pasado.

Los de Julen continúan su escalada, y poco a poco comienzan a ocupar el lugar que les corresponde. Ahora, deberán culminar la faena el miércoles en el Sánchez - Pizjuán ante el Chelsea, para intentar pasar como primeros del grupo E.