Bombona de oxígeno para el F.C. Barcelona en el partido ante el Villarreal. Tras una semana fatídica, los de Xavi se han reencontrado con la victoria ganando 3-0 a un equipo de entidad, como es el de Emery. El Barça se mostró contundente, fino de cara a gol e incisivo en la recuperación y en la presión tras pérdida, dinámicas que se echaron de menos en los pinchazos ante Inter y Real Madrid.
Xavi presentó una alineación con varios cambios que quizás haya servido como toque de atención a algunos jugadores que se veían con el cartel de 'indiscutibles'. Sergio Busquets, Raphinha, Dembélé y Eric García no fueron de la partida este jueves, pero sí lo fueron Frenkie De Jong, Ansu Fati, Ferran Torres y Marcos Alonso.
El encuentro comenzó con un Barça agresivo, que buscaba tener el balón y que esta vez sí encontró esos vértices asociativos en los extremos con Ansu y Ferran. Aún así, el dueño y señor de la primera parte fue De Jong, auténtico mariscal de campo. El encuentro del holandés fue soberbio y dio una 'masterclass' desde el mediocentro, se mostró voluntarioso, preciso, contundente en la presión, dando una salida al balón y un sentido lógico a la posesión. Acompañado de Pedri y Gavi, fue el principal culpable de que el control del choque y de los tiempos lo tuvieran los culés.
Koundé salva los muebles atrás
Xavi presentó una defensa con cambios después del 'clásico' y le funcionó, a medias. Si bien Ter Stegen se fue con la portería a cero, la zaga culé se mostró blanda en los pelotazos del Villarreal, que fueron solventados por un Jules Koundé que ha vuelto de la lesión a un nivel colosal. Marcos Alonso se estrenó en el centro de la zaga y cumplió, el madrileño puede tapar más sus carencias físicas lejos del lateral. En cuanto a las bandas, Sergi Roberto firmó un partido muy serio en los dos lados del campo, mientras que Jordi Alba volvió a la titularidad realizando un notable partido en ataque.
Resolutivos en ataque
El nuevo tridente estuvo de dulce. Ferran se mostró algo impreciso en el remate, pero se ofreció constantemente conectando con Gavi y Sergi Roberto, y de sus botas nació la jugada del 3-0. El español se siente más confiado y puede aportar mucho en esta dinámica.
Ansu Fati estuvo ansioso. El '10' salió con la presión de querer demostrar que sigue siendo ese jugador en el que el club confió para que tomara el dorsal de Leo Messi. El extremo comenzó el encuentro generando mucho peligro desde la banda izquierda y cayendo hacia el centro, estuvo activo en la presión y algo más individualista de la cuenta. Terminó marcando tras un jugadón de Ferrán que culminó. Un Ansu así es una alegría para todos y, si tiene continuidad, apunta a Qatar.
Por último, Robert Lewandowski. El polaco anotó un doblete en un día en el que se le vio con mucha hambre de gol desde el principio, trazando muchos desmarques y pidiéndolas todas. Parecía que el '9' no estaba teniendo su noche, pero un jugador de nivel élite tiene recursos de nivel élite. El primero de sus goles surgió de un pase filtrado excelente de Pedri a Jordi Alba, quien envió un balón raso al punto de penalti hacia Lewandowski para que el ex del Bayern, tras un maravilloso control orientado que dejó atrás a Rulli y a los dos centrales, anotase sin oposición. El segundo, tan solo cuatro minutos después, tuvo lugar tras un disparo cruzado desde el vértice izquierdo del área.
Un segundo tiempo a media máquina
Tras el descanso, la contienda bajó de revoluciones significativamente. El Villarreal, que solo tuvo una ocasión de renombre en la segunda parte en las botas de Morales, no mostró oposición a un Barcelona que buscó dormir el juego. Poco destacable, salieron Raphinha, Dembélé, Bellerín, Busquets y Piqué (que fue parcialmente pitado), para ahorrar minutos a los jugadores de cara al domingo.
¿Ha dado Xavi con la tecla?
En la rueda de prensa previa al partido, el entrenador culé ensalzó a Busquets asegurando que "seguirá siendo importante para el equipo". Quizás, después de lo visto ante el submarino amarillo, el mister cambie de opinión. El conjunto blaugrana parece haber dado con el mediocampo ideal para trasladar al césped la idea de juego de Xavi.
En definitiva, dentro del desastre, parece que el Barça está encontrando brotes verdes.