Empate a nada

El Deportivo dinamita gran parte de sus opciones de ascenso directo con su partido en Córdoba.

Empate a nada
Fuente: RC Deportivo
daniruizg76
Por Daniel Ruiz

El Deportivo prácticamente dijo adiós al ascenso directo el pasado domingo en Córdoba. Lo hizo en un encuentro en el que todo empezó de cara, mostrando un muy bien nivel en el primer tiempo. Sin embargo, tras el descanso, todo se fue al traste, entre el conformismo, exceso de confianza y una polémica actuación arbitral.

Novedades en el once

La sorpresa en la alineación titular fue la aparición de Kuki Zalazar, su buena actuación en los minutos de los que dispuso contra el Ceuta le valió para ser de la partida, realizando una buena primera parte, en sintonía con el resto del equipo. Arturo, que volvía a tierras cordobesas, también fue titular, si bien, su actuación pasó más desapercibida. Una muy buena jugada de la sociedad Soriano - Quiles culminó con una gran asistencia del primero y un no menos buen remate del segundo, que se convirtió en el 0-1. Los aficionados coruñeses se las prometían muy felices en la grada, unos 600 seguidores herculinos asistieron al estadio de El Arcangel, tiñendo de blanquiazul el feudo cordobés. El Deportivo tenía el partido totalmente controlado, el Córdoba no inquietaba la portería de Mackay.

Todo cambió tras el descanso, en una innecesaria falta de Antoñito llegó el empate y con él, otra vez regresaron los fantasmas, el equipo se achantó ante el empuje local, entre tanto, llegó un contragolpe que acabó con una patada descomunal de Ekaitz en el rostro de Quiles, que le fracturó el pómulo y que, sorprendentemente no acabó con la expulsión del defensa cordobesista. El Córdoba siguió intentándolo hasta el final y el Deportivo se dedicó a aguantar los ataques locales.

Posibilidades, probabilidades.

La jornada dejó a los herculinos en tercera posición (a falta de que el Ferrol dispute su partido aplazado esta semana) a cuatro puntos del líder, el Alcorcón, próximo equipo en visitar Riazor este próximo sábado.

La sensación es que el ascenso directo es una quimera. Si hablamos en términos de posibilidades, sin duda aún las hay, pero si lo vemos desde el punto de vista de las probabilidades, estas son más bien escasas (por no decir nulas) para un equipo incapaz de enganchar varios triunfos seguidos.