La vida sigue igual

El Real Betis no supo superar al Sporting de Gijón en un choque con no demasiadas ocasiones. La falta de ideas sumada a la escasez en acierto mermaron a los de Víctor Sánchez, que continúan invictos en casa pero con un sabor amargo. Los asturianos, en el debut de Rubi, firmaron un empate que les hace ver el futuro un poco más esperanzador. Mucho trabajo por delante.

La vida sigue igual
Jonas Martin, esta tarde | FOTO: VAVEL
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Por José Manuel Gelo

El Real Betis recibía este domingo al Sporting de Gijón. Lo hacía con la firme intención de seguir consolidándose en casa -invicto hasta la fecha- y, de paso, olvidarse de lo de abajo de una vez por todas. Eso suponía mirar arriba al mismo tiempo. Los asturianos aterrizaban en Sevilla para salir precisamente del descenso o, al menos, acercarse a un objetivo que cada vez más parecía una utopía. Y llegaban con nuevo técnico: Rubi. La marcha de Abelardo, que dejaba al club tras varios años de lucha con resultado de éxito, se produjo esta misma semana. Un pasado dejado atrás, un presente para trabajar y un futuro para soñar.

El choque comenzaba con más ímpetu por parte de los visitantes, que tendrían la primera ocasión clara muy pronto. Una falta botada por Duje Cop que se marchaba tan pegada al palo que Antonio Adán tuvo que estirarse para alejar males mayores. Era el primer aviso de un Sporting de Gijón que no había venido a la capital andaluza de visita sino a marcharse con una sonrisa. El Estadio Benito Villamarin le trae buenos recuerdos: un ascenso más una salvación confirmada mediante transistores. No es para menos.

El Real Betis propuso más que su rival durante los primeros 45 minutosLa manada de 'lobos' de Víctor Sánchez no querían sustos por lo que comenzaron a dominar. Durmisi era un puñal por su banda izquierda. El fútbol es curioso porque no fue en jugada aislada sino a balón parado como llegaría la primera ocasión de los locales. Pezzella remataba un pelín forzado, pero con potencia, un servicio extraordinario teledirigido a su cabeza. Tenía que intervenir Cuéllar. El 'Pichu' siempre está alerta.

Terminaba un primer acto donde el Real Betis propuso más que su rival, por llegadas que no tanto por ocasiones reales. La más clara llegaría desde la cabeza de Pezzella. La de los asturianos, por parte de Duje Cop. El marcador no se movía por lo que quedaría todo pendiente para la segunda parte. La necesidad por acercarse a la mitad de la tabla. La obligación de no descolgarse más de la salvación. Todo, en juego.

Arrancaba el segundo tiempo sin novedades en cuanto a cambios ni formaciones. Víctor Sánchez del Amo, palpando lo que había, retiraba a Zozulya para dar entrada a Álex Alegría. División de opiniones con el ucraniano. Otro que se iba, esta vez por problemas físicos en su La recta final no valdría más que para ver la inoperancia del Real Betis ante la férrea, hoy sí, zaga sportinguistamuñeca, era Brasanac. Ingresaba Petros. El choque entraba en una fase de imprecisiones, pocas ideas y el típico miedo de la posible derrota. 

Ponían más sobre la mesa los verdiblancos, conscientes de que no debían dejarse puntos. Los rojiblancos buscaban las suyas más a la contra pero sabiendo al mismo tiempo que la victoria cada vez era un trabajo más complicado. La recta final no valdría más que para ver la inoperancia del Real Betis ante la férrea, hoy sí, zaga sportinguista. Mucho ruido y pocas nueces.

De ahí al final poco pasaría más. El Real Betis no supo apenas ni inquietar a Cuéllar y los asturianos se conformaron con empezar la era de Rubi con un punto en Sevilla. De nada sirve a los andaluces. Tampoco de mucho ayuda a los rojiblancos. Enfado de la parroquia verdiblanca, cansada de estar cansada. Al final, un 'rosco' que deja todo como antes. La vida sigue igual.