Ante el interés recogido por el lateral derecho de la UD Las Palmas Michel Macedo por los equipos ‘grandes’ del Brasileirao, hoy hablaremos de un compatriota suyo con pasado amarillo. A priori, Antônio Cleílson da Silva Feitosa más conocido como Amaral tenía un gran futuro como desdeñaban sus participaciones internacionales en las categorías inferiores: una participación en un Mundial sub-20 con la ‘canarinha’ y 12 representaciones en dicho combinado sub-20. Tenía casi todo para triunfar pero en este deporte, por nombre, no se consigue.

Amaral pasó sus primeros años probando en varios equipos potentes del campeonato brasileño como el Atlético Mineiro, el Corinthians o el Palmeiras. Este último fue el que le cedió al equipo de Gran Canaria. Llegaba a la UD Las Palmas con la etiqueta de joven promesa y el tiempo lo ha podido calificar como un verdadero fiasco.

Su juego era puro Brasileirao. Un lateral derecho de 1,68 m de estatura, al que le faltaba campo para seguir corriendo. Ese era su punto fuerte, tal vez de las únicas cosas destacables. Salvando las distancias, defendía igual que Marcelo (compañeros en la sub-20) el primer año que jugó con el Real Madrid. Eras exactamente lo que se esperaba de un jugador, que por aquel entonces tenía 21 años y entre los tres equipos que estuvo en sus primeros años como profesional jugó casi lo mismo que en la UD Las Palmas (diez partidos y en la UD jugó siete).  

Después de salir esa misma temporada de la UD Las Palmas con destino al Palmeiras, pasó por seis equipos más y su mayor logro fue disputar 24 partidos en la Serie B del Brasileirao con el Duque de Caxias Futebol Clube en el 2010. Ahora tiene 30 años y se encuentra sin equipo. Michel Macedo quizás no prometía tanto como Amaral, pero ha demostrado en dos temporadas con la UD Las Palmas que es un lateral de garantías, cumplidor en defensa y con calidad para el ataque. De Amaral lo único que se recuerda en el estadio de Gran Canaria es a un jugador que corría, corría y poco más.