Si, Ogier ha vuelto a ganar, pero esto ya no es lo que era, el francés se ha tenido que esforzar para ganar y si no fuera por el accidente de Neuville seguramente este último le habría arrebatado el triunfo. Pero no es solo eso, este nuevo WRC está dando unas sensaciones de igualdad y competitividad que me llegan de optimismo de cara al futuro. Todos  los coches menos el Toyota han conseguido un scratch y eso habla muy bien de esta nueva generación en el mundial, donde la regularidad y el talento de los pilotos ganan protagonismo y los coches pierden, gracias en parte a la igualdad entre monturas.

El nuevo reglamento da más emoción pero no es el principal factor que ha variado el rumbo del campeonato, este ha sido la marcha de Volkswagen. La marcha de los alemanes nos ha dejado con tres coches menos pero con un campeonato mucho más abierto. Quizás lo peor de la marcha de los alemanes haya sido el hecho de que cortan la progresión de uno de los pilotos que mas apunta de cara al futuro y que era un candidato a ganar el título de este año, Mikkelsen, que disputara las primeras citas del calendario con un Fabia R5 mientras no encuentra un asiento en WRC.

De este Rali seguramente la gente solo se quede con una cosa, el fallecimiento de una persona en la jornada del jueves. Tenemos que aplaudir la labor de la FIA en cuanto a seguridad en los ralis se refiere, pero si la gente no cumple la ley no se puede hacer nada, en los tramos y en cualquier sitio. Los pilotos y copilotos ya no sufren los daños que sufrían en el pasado cuando había un accidente gracias a las mejoras de los coches en seguridad, pero el lugar donde vemos los ralis sigue siendo el mismo, por tanto los espectadores no podemos esperar a que nos pongan gradas, no podemos quedarnos atrás en cuanto a progreso y tenemos que demostrar que nosotros también aprendemos y nos colocamos bien. Esperemos que dentro de unos años las cancelaciones de tramos y los accidentes mortales sean solo cosa del pasado.

En cuanto a lo importante, lo deportivo, tenemos que destacar la gran figura que es Malcolm Wilson. El dueño de M-SPORT ha resucitado a su equipo en dos meses y de este Rali se llevan una victoria, un tercer puesto y un liderato en ambos campeonatos. El nuevo Fiesta es rápido pero no da mucha tranquilidad en cuanto a fiabilidad, Tanak casi pierde el tercer puesto tras quedarse con dos cilindros en la última jornada, esperemos que sean problemas puntuales.

Ogier con el Fiesta WRC
Ogier con el Fiesta WRC

Neuville perdió la victoria cuando ya la tenía en el bolsillo, Ogier no era capaz de restarle la diferencia con la que contaba pero una pequeña salida de pista le daño la suspensión en el final de la jornada del sábado. En ralis como el de este fin de semana se demuestran lo completa que es la alineación de Hyundai, tienen a Neuville y a Paddon para ganar rallies pero cuando no ganan tienen problemas y ahí es donde entra en juego Sordo, uno de los pilotos más regulares del mundial. Si sus compañeros fallan el salva al equipo, y además en rallies de asfalto puede luchar por las victorias, pilotos de este tipo son los que se necesitan para luchar por el mundial de constructores.

Mención aparte merece Latvala, el finlandés ha estado irreconocible en este rally y ha conseguido un segundo puesto para Toyota. Jari-Matti no arriesgo y fue escalando posiciones cuando sus rivales iban cayendo, los años anteriores la situación era inversa, esperemos que no sea un espejismo y recuperemos a Latvala. Su compañero Hanninen también ha sorprendido con unos tiempos bastante buenos, Toyota es más rápido de lo que parecía.

Latvala y Anttila celebrando el podium

Citroën parece que tiene un buen coche, pero la alineación de pilotos va a ser un lastre para los franceses. Meeke es rápido pero los accidentes no le permiten luchar por victorias y sus compañeros no tienen suficiente experiencia para afrontar proyectos como este. A Citroën le pasa lo mismo que a Hyundai, necesitan un piloto regular que acabe los rallies, Hyundai lo tiene pero Citroën no.