Andy Murray tuvo que emplearse a fondo para lograr su billete hacia los cuartos de final del Qatar ExxonMobil Open de Doha, tras vencer por 7-6(6) y 7-5 al austríaco Gerald Melzer, afincado en el puesto número 68 del ránking ATP, en una dura batalla que se alargó hasta casi las dos horas y media de juego. Murray no se sintió cómodo en ningún momento del encuentro y volvió a mostrar dudas a la hora de cerrar el partido ante un Gerald Melzer que, dicho lo cual, puso en muchos aprietos al escocés con su constante agresividad. 

27 golpes ganadores por parte de Murray por 14 errores no forzados. Melzer, por su parte, hizo 38 y 49, respectivamente.​Durante todo el primer set, el pequeño de los Melzer demostró no tener nada que envidiar a su hermano mayor Jurgen. Amparado en un potente revés, tanto paralelo como cruzado, una eficiente derecha y aprovechando su saque de zurdo, Melzer llevó la iniciativa el la mayor parte de los puntos. Para contrarrestar la agresividad de su rival, a Murray no le quedó otra que correr de un lado a otro de la pista esperando el error de su rival. La única manera que tenía el escocés de lograr puntos ganadores era con los passing shots, hasta cuatro logró en la primera manga. 

Cada punto era una batalla entre la pegada de Melzer y el contragolpe de Murray. Las alternativas se sucedieron durante el primer parcial. Primero fue Melzer el que dio primero al situarse con 2-1 para inmediatamente reaccionar el número uno mundial con tres juegos consecutivos (4-2). Sin embargo el servicio no le funcionó todo lo bien que quisiera a Murray durante el encuentro de hoy y no pudo confirmar la ventaja. Tras salvar un punto de rotura en el noveno juego que hubiera hecho a Melzer situarse con el saque para ganar el set, Murray dispuso de hasta cuatro bolas de set al resto, tanto con 5-4 como con 6-5, pero en todas ellas su excesivo conservadurismo unido al desparpajo de su rival impidieron que el escocés se saliera con la suya.

Finalmente el desenlace del primer parcial tuvo lugar en la muerte súbita, algo que se consideraba justo visto lo visto sobre la pista. Murray comenzó dispuesto a resolver de una vez por todas un set que ya superaba con creces la hora de duración. El de Dunblane desperdició otras cuatro pelotas de set (6-2) hasta que a la novena la derecha de su rival se fuera claramente fuera y el escocés pudo finalmente gritar de alivio sacando toda la tensión contenida tras hacerse con el desempate por 8-6

Melzer no se rinde y cae con honor

Como no podía ser de otra manera y tras un extenuante primer set, la intensidad bajó durante los primeros compases del segundo. Pero a pesar de ceder un set tan duro, Melzer no se rindió. El austríaco se mantuvo muy estable mentalmente y siguió jugando de la misma manera. Murray, por su parte, consiguió cierta estabilidad con su servicio y buscó al resto el break que le permitiera encarrilar definitivamente el encuentro.

Diferencia abismal entre ambos jugadores en la red. Melzer, 21 puntos ganados de 39 subidas. Murray, 4 de 8.El escocés avisó en el quinto juego pero sería en su siguiente turno al resto donde conseguiría desequilibrar el marcador de este segundo parcial. Otra vez con un passing shot marca de la casa con su revés paralelo, Murray se quedaba a sólo dos juegos de la victoria (4-3). Pero como siempre en este deporte, lo más difícil es cerrar y en el caso del escocés, a pesar de ser el mejor tenista del mundo en la actualidad,  es algo que históricamente le cuesta más que a otros. Con 5-3 al resto Murray tuvo sus primeras dos opciones para finiquitar el choque con 15-40 pero Melzer sacó de nuevo su orgullo y las salvó, una de ellas con una magnífica volea de espaldas. Acto seguido y con su servicio, tampoco pudo el escocés cerrar. No siquiera pudo llegar al iguales y tras un revés que mandó fuera de pista, permitió a su rival volver a equilibrar la balanza. Pero tantos vaivenes pasaron factura en al cabeza de Melzer, que tras salvar un 0-40, acabó entregando su servicio. En esta ocasión, Murray sí que tiró de galones y en su tercera bola de partido sentenció de forma definitiva el encuentro por 7-5 en la segunda manga. 

Tras este dura prueba, el escocés se jugará un puesto en las semifinales de Doha ante el murciano Nico Almagro, actualmente número 44 del mundo y en su mejor estado de forma en mucho tiempo. La historia juega en contra del español, puesto que sólo ha podido vencer al británico en una ocasión, la primera vez que se encontraron, hace ya nueve años en Roland Garros. Mañana tendrá una nueva oportunidad para conseguir su segunda victoria ante el número uno del mundo.