Safarova, número seis del mundo en la modalidad de dobles, acumula cinco años como una jugadora que se dedica en mayor parte a jugar en pareja, aunque en 2015 terminó el curso en la novena posición del ranking de individuales, firmando un gran ejercicio. Después de un 2016 donde quedó fuera de las mejores cincuenta raquetas, Safarova ha terminado este año en 30ª posición. La treinta, a sus treinta.

La tenista checa ha conseguido este año los grand slams del Open de Australia y Roland Garros, ambos junto a la estadounidense Mattek – Sands. A ambas jugadoras solo les queda ganar Wimbledon, ya que en 2016 consiguieron hacerse con el trofeo del US Open y un año antes repitieron el doblete Australia y París. Ese mismo 2015 perdió la final de Roland Garros ante Serena Williams, que cedió una manga ante la checa.

A pesar de no haber conseguido ningún título, llegó a la final de Budapest, que perdió ante la local Timea Babos. Eso sí, en dobles ha conseguido el triunfo junto a su inseparable Mattek – Sands en Charleston, además de los mencionados ‘grandes’. Volviendo al plano individual, los cuartos conseguidos en Miami y Toronto han sido su mejor resultado en los torneos importantes. Sin embargo, la grave lesión de la estadounidense en Wimbledon imposibilitó que ambas pudieran estar en el Masters de Singapur a finales de año.

Safarova, recién cumplida la treintena, buscará una nueva clasificación al Masters de Singapur y espera que Mattek – Sands se recupere lo antes posible y de la mejor manera. En cuanto a su hacer en individuales –donde llegó a ser la número cinco del mundo en 2015-, la checa se centrará en subir algún puesto, aunque no se espera que priorice esta modalidad a la de dobles, donde destaca notablemente junto a Mattek – Sands.