Australia siempre ha sido un territorio amigo para Johanna Konta. La británica comenzó con buen pie el nuevo año con una prestigiosa victoria ante la estadounidense Madison Keys en la primera ronda del WTA Premier de Brisbane (4-6 6-4 y 6-3). En el duelo estelar de la jornada, la actual número nueve del mundo supo dar a un partido que se le puso cuesta arriba y coge confianza tras su desastroso final de 2017

11 saques directos realizó Keys por sólo uno de Konta. Ambas cometieron las mismas dobles faltas, seisKeys, vigente finalista del US Open y que tampoco tuvo un gran final de temporada, salió más metida en el encuentro y se llevó el primer set por 6-4 tras lograr el que, a la postre, sería su único 'break' del partido en el décimo juego de la manga. Sin embargo, su rival mejoró sus prestaciones a partir del segundo set, sobre todo del lado del servicio. Una rotura en blanco en el quinto juego del set le valió a Konta para poner el equilibro en el marcador (6-4). 

En el último parcial, la tenista británica se mostró más consistente que la norteamericana a la que volvió a quebrar de entrada en el primer juego. Keys tuvo su oportunidad en el juego siguiente pero desaprovechó las dos opciones de las que dispuso para devolver el 'break' a su rival. Tras confirmar la rotura, Konta manejó con firmeza los juegos siguientes y sentenció el encuentro con otro 'break' en el noveno juego (6-3). 

Esta no es una victoria más para la británica, puesto que no ganaba un partido oficial desde el torneo de Cincinnati del pasado mes de agosto. En total, habían sido cinco derrotas consecutivas con las que Konta cerró el 2017. Han tenido que pasar más de cuatro meses para ver a la británica celebrar un nuevo triunfo pero parece que al calor de su país de nacimiento, Johanna Konta está en pos de recuperar el nivel que la llevó a ser top5 el pasado año. Su siguiente envite será ante la croata Alja Tomljanovic, 130 del ranking WTA y presente en Brisbane gracias a una invitación.