Segundo día de competición en el primer Grand Slam de la temporada, el Open de Australia. Tras el cómodo debut de jugadores como Nadal, Dimitrov o Zverev, hoy era el turno para un claro protagonista: Roger Federer. El número dos del mundo, y 19 veces campeón de Grand Slam, iniciaría en esta jornada de martes su camino hacia la veintena de majors, tras su espectacular y brillante victoria aquí la temporada pasada. Ausente de los torneos oficiales de la ATP debido a su participación en la Copa Hopman que, por supuesto, también se encargó de levantar, el de Basilea disputaba hoy su primer partido oficial del 2018, ante un oponente, sobre el papel, bastante asequible.

Aljaz Bedene, número 51 del ranking ATP, no tuvo suerte en el sorteo, quedando encuadrado con un "peso pesado". Bedene, esloveno nacionalizado británico, llegaba a la Rod Laver Arena con la intención de vivir un momento que, sin duda, marcaría su carrera, ante la gran dificultad que supondría ganar a un jugador con semejante determinación. Sin ningún precedente previo, ambos jugadores saltarían a la pista en uno de los últimos turnos.

Federer impine su ley en el primer set

Partido con mucha expectación el que se planteaba en la central de Melbourne. Federer, tras completar un año 2017 para la historia, tiene en mente revalidar este título y, quién sabe, si volver a ascender al número uno de la clasificación. Bedene, por su parte, tiene a tiro el Top-50, zona noble de la clasificación, y un premio más que merecido para un jugador renovado, hecho a sí mismo. Tras un comienzo de partido tranquilo, en el que ambos trataban de aclimatarse a la pista, fue Federer el primero en dar un golpe sobre la mesa, obteniendo el primer break del encuentro ya en el cuarto juego, encarrilando, con ese 3-1, el set inicial.

Con unos registros casi inmejorables con el saque, una de las muchas armas del Maestro suizo, más efectivo, si cabe, en una superficie como la australiana, Roger Federer no cedió terreno, apuntándose la primera manga por 6-3 en poco menos de media hora.

Un segundo set más abierto

Directa y eficaz declaración de intenciones la realizada por Federer en los primeros instantes del segundo parcial. El suizo, buscando sentenciar lo antes posible, consiguió un prematuro break en el juego inicial, minando, una vez más, la moral de un Aljaz Bedene que no conseguía reducir la más que sobrada capacidad de Roger.

Pese a la enorme superioridad exhibida por Federer, Bedene también tuvo sus minutos de protagonismo. El británico, aprovechando un momento de debilidad del número uno suizo, tuvo la ocasión de romper el servicio de su rival en el cuarto juego; sin embargo, el cualitativo servicio de Federer evitó la sorpresa, alargando la diferencia al 3-1 al salvar esos dos puntos de quiebre. Dos oportunidades tuvo el suizo de cerrar antes de tiempo este segundo set, pero no pudo convertir los dos puntos de set que tuvo al resto, en el noveno juego. No obstante, eso no supuso problema para el segundo favorito en Melbourne, que pondría el 6-4 tras 40 minutos de segundo asalto, sentenciando el choque.

Un inquebrantable Federer cierra el encuentro

Buenas sensaciones las transmitidas por Roger Federer en su primer partido. Los debut, siempre complicados, sirven para sacar las primeras conclusiones, y saber qué hay que pulir para poder afrontar lo mejor posible las rondas finales. El suizo, una vez más, y ya en el tercer set, no dio opción a la imaginación e impuso su tenis desde que, en el tercer game, lograse su tercer quiebre del encuentro, ante un Bedene ya abatido, y que poco podía hacer frente a un Federer que mostraba su versión más certera.

A diferencia de lo ocurrido en el segundo set, Roger no necesitó de su servicio para poder sellar su victoria; y es que ya en el noveno juego, el de Basilea aceleró el partido para, con un nuevo break, el cuarto del duelo, poner punto y final a una productiva primera ronda, de la que salió inmune después de una hora y 41 minutos de contienda. Final: 6-3 6-4 y 6-3. Federer, con porcentajes superiores al 60% de acierto en puntos con ambos saques, demostró que sigue siendo el tenista más fiable del circuito, aprovechando al máximo sus virtudes.

En la segunda ronda espera un jugador de, grosso modo, mismo nivel que Bedene, el alemán Jan-Lennard Struff, solo cuatro puestos por debajo en el ranking ATP. Struff, ante una oportunidad única, batió al coreano Kwon Soon por 6-1 6-2 y 6-4 en menos de hora y media de partido, por lo que el factor cansancio, sin duda, no hará efecto en este choque.