Segundo día de competición en el ATP 250 de Shenzhen con la presencia de una leyenda viviente del tenis. Andy Murray, avanzando a trompicones en un 2018 para olvidar, inauguraba hoy una gira asiática pasada por agua. La lluvia, que hizo acto de presencia en tierras chinas, obligó a posponer hasta casi tres horas el encuentro que el británico sostendría ante el wild card local Zhizhen Zhang, desconocido para la gran mayoría del público, pero que hoy contaría con el apoyo de la grada.

Ausente desde su derrota ante Fernando Verdasco en el US Open un mes atrás, Andy Murray busca seguir recuperando sensaciones que le lleven a olvidar esa dura lesión de cadera que le impide mostrar su mejor nivel. En un poco reconocible 311º puesto en la clasificación mundial, el escocés pasa por un tramo en su carrera en el que las vibraciones importan mucho más que los números.

Murray domina sin rotundidad el primer set

La aventura de Andy Murray en el Sudeste Asiático comenzó de forma inmejorable. Consciente de la superioridad con respecto a su humilde rival, no muy alejado de él en el ranking ATP (340º), el de Dunblane arrancó la contienda atacando al resto, y obteniendo el primer break del partido en el segundo juego del mismo. Moviéndose bien, y arrasando con su profunda derecha, Murray dominaba un choque que no se antojaba demasiado exigente.

Pese a comenzar el duelo cuesta arriba, Zhang quiso poner en aprietos a Murray. El apoyo del público y su irreprochable actitud condujeron al tenista local a exhibir buenos recursos, que no impidieron que, ya en el sexto juego, cediese por segunda vez su servicio en este parcial inicial y se viera con un marcador adverso de 5-1. No obstante, el natural de Shanghai pudo evitar que el tres veces campeón de Grand Slam consolidase esa segunda ruptura, reduciendo las distancias al 5-3. Por suerte para él, Murray detuvo el dinámico avance de su adversario, conservando intacta su ya única ruptura de ventaja y sellando la primera manga por 6-3 en algo más de media hora.

La fe de Zhang empata el partido

La dinámica dominante con la que Murray cerró el asalto inicial se trasladó también al comienzo del segundo. Aprovechando los momentos de indecisión de Zhang, el británico atacó desde los primeros instantes, llegando a disponer de una bola de break en el juego de apertura que, en un tramo inusual de escasa efectividad, no logró convertir. Siempre expresivo, y pese a parecer ir un par de pasos por delante del chino, Andy no conseguía conectar sus mejores golpes, cediendo en ocasiones mucho terreno a Zhang, que tenía oportunidades a su favor gracias a los errores del escocés, forzado a salvar hasta seis bolas de rotura en sus dos primeros turnos al saque.

Hasta el momento, los compases iniciales del segundo set confirmaban, al igual que las fases finales del primero, las constantes dudas de ambos jugadores con el servicio, incapaces de imponer su ritmo y de sacar ventajas, hecho que facilitaba que esta segunda manga pudiese caer de cualquier lado. Ese período anárquico benefició enormemente a Zhang, autor, en el sexto juego, del primer break del segundo asalto. Furioso, e incapaz de contener al asiático, Murray se veía obligado a remontar esa sorprendente diferencia de 5-2. Dicho y hecho; justo en el momento de mayor tensión, cuando Zhang, con 5-3, servía para ganar, Murray tiró de experiencia, quebrando de vuelta gracias a una decisiva doble falta que le permitiría empatar el parcial y, posteriormente, conducir este segundo set al tie-break.

El desempate resumió a la perfección todo lo vivido durante la segunda manga. Murray, en un inevitable proceso de involución, no pudo mantener su liderazgo por mucho tiempo pese a empezar con un quiebre de ventaja. Por su parte, Zhang, siempre creyendo en sus opciones, se valió de la irregularidad e inestabilidad emocional y física del británico para darle la vuelta al marcador y cerrar la muerte súbita con un cómodo 7-3. Para sorpresa y alegría del respetable, esta contienda, que alcanzaba las dos horas, se resolvería en el tercer set.

Los problemas físicos lastran a Zhang

Inmerso en un mar de dudas, y siendo superado en todos los aspectos por Zhang en los puntos e intercambios más recientes, Andy Murray daría comienzo a este último set con la intención de hacer borrón y cuenta nueva, empresa que no sería del todo fácil. A diferencia de lo visto anteriormente, ambos tenistas centraban ahora sus esfuerzos en gestionar la energía y cerrar lo antes posible sus juegos al saque, conscientes de la dificultad física del partido.

Devolviendo la estabilidad al partido, aun con más que evidentes problemas físicos, Andy Murray fue llevando la contienda a su terreno, provocando numerosos errores en Zhang y quebrando, tras varios intentos fallidos, en el sexto juego. La ventaja de 4-2 para el natural de Dunblane, y ese reciente break, acabarían siendo elementos decisivos, ya que Zhizhen Zhang no pudo continuar y, tras casi dos horas y media, se vio forzado a retirarse, para tranquilidad de un Murray que, para nada, fue brillante en el día de hoy. En la siguiente ronda, el ex-número uno del mundo no lo tendrá nada fácil, ya que se las verá con el primer cabeza de serie del torneo, el belga David Goffin, Nº11 del mundo y reciente campeón de la Laver Cup con el combinado europeo.