Cuando Monfils tiene ganas de jugar es un durísimo rival, cuando juega serio, metido dentro de la cancha y presiona con su primer servicio, es un peligro. Hoy lo padeció Diego Schwartzman quien además de venir cansado de los dos tremendo partidos que debió jugar previó a las semifinales, no pudo leerle el saque, no metió primeros servicios y eso ante un Gael preciso se hizo cuesta arriba.

Gael arrancó muy bien el partido, bien con el saque muy metido en la cancha, evitando que Schwartzman genere buenas devoluciones y quebrándole rápidamente al Peque, que sin primeros saques cedió su servicio.

Diego no comenzó fino, sin movimientos de piernas y para jugarle al serio de Monfils hay que estar certero. Ese fue el problema del mal arranque del argentino quien en menos de diez minutos estaba 0-3 abajo.

Recién en el cuarto juego, con su servicio Schwartzman logró dominar los puntos. Monfils se venía para delante y el argentino debía forzarse para jugar ángulos y mantener al jugador galo detrás de la línea de fondo. Por ello con dos buenas devoluciones cruzadas el argentino consiguió obtener su primer punto de quiebre, que gracias a un error no forzado del francés el Peque volvió a partido recuperando el quiebre.

Pero la fineza y la magia estuvieron nuevamente dispuestas al plato principal de Gael y con muy buenas paralelas, suelto y con intensidad, volvió a quebrar al argentino. Para luego cerrar el quiebre adelantándose por 5-2. Por ello tras ambos sostener el servicio el francés se quedó con el primer parcial.

En la segunda manga el argentino mejoró su primer saque, comenzó sacando bien, dándole rosca y eso permitió que en los primeros juegos el jugador europeo no lo complique con sus potentes devoluciones. Monfils continuaba “on fire” con su servicio, la justeza y potencia del primer saque no permitían que el Peque pueda volver a quebrarle el saque.

Y ese límite en el que jugaba Schwartzman lo volvió a padecer en el quinto juego, ya que dos errores no forzados y una gran devolución del francés llevaron a que Diego vuelva a ceder su servicio y el partido se le haga cada vez más cuesta arriba. Pero Gael siempre tiene un aporte a su rival y gracias a una doble falta le dio la oportunidad de quiebre al argentino, pero Diego venía de durísimos partidos y as piernas no le permitieron sostener dos intensos peloteos y eso favoreció al francés que sostuvo su servicio.

Desde ahí ambos mantuvieron su saque y eso le permitió a Monfils, al serio de Gael llegar a una nueva final de ATP. Hoy se lo notó serio metido en el partido, abstraído del público, sin show y eso hace que verlo jugar sea fantástico.