La ambición de Alexander Zverev parece no tener techo. Si hace apenas dos semanas levantaba su primer título ATP en San Petersburgo (Rusia) ante ni más ni menos que el número tres del mundo y triple campeón de Grand Slam, Stan Wawrinka, hoy le ha tocado a otro campeón de Grand Slam como es el croata Marin Cilic tras sufrir en sus carnes a este chico de 19 años que apunta cada vez más alto. Tras perder el primer set, Zverev dio toda una muestra de carácter y de calidad para ganar los dos siguientes y dejar fuera del Masters 1000 de Shanghai a un Marin Cilic que ve muy comprometidas sus opciones de cara a disputar la próxima Copa Masters de Londres.
Máximo equilibrio en el balance de golpes ganadores y errores no forzados por parte de ambos jugadores: Zverev hizo 22 y 23 y Cilic, 28 y 29, respectivamente. Y eso que el octavo cabeza de serie comenzó el encuentro con las ideas muy claras. Apoyado en su excelente servicio, Cilic ganó cada uno de sus servicios con claridad mientras que al resto fue avisando con el paso de los juegos hasta que en el siempre clave octavo juego una desconexión mental por parte de Zverev, que cometió varios errores con su revés, dio al croata el break decisivo para llevarse el primer parcial por 6-3.
Zverev da un paso adelante y remonta el choque
El inicio de la segunda manga fue decisivo para la suerte del partido. Zverev sufrió mucho para apuntarse su primer juego con el servicio pero a partir de ahí el alemán creció de tal manera que su rival no pudo hacer nada para frenarle. La insistencia de Zverev tuvo premio cuando en el sexto juego un gran passing shot con su revés le daba su primer break del partido.
Zverev se mostró muy acertado en la red, con diez puntos de doce subidas.Una ventaja que el de Hamburgo haría buena gracias a un cada vez mejor rendimiento con el servicio. En 50 minutos Zverev le devolvía el 6-3 a Cilic, demostrándole que iba a por todas. Éste quiso volver a recuperar el control del encuentro en el inicio del tercer y último set pero eso sólo le valió durante los primeros juegos.
En el quinto juego Zverev volvió a hacer gala de su solidez y con varios puntos de extraordinaria calidad, entre ellos un sensacional passing shot con su derecha, logró una rotura que sería suficiente para hundir la moral de su rival. No contento con eso, Zverev terminó el encuentro apabullando a un desbordado Cilic llevándose ocho de los últimos diez puntos en juego poniendo el 6-2 definitivo y dando unas sensaciones de superioridad y madurez excepcionales.
El francés Jo-Wilfried Tsonga, número 13 del mundo y actual finalista, será el próximo desafío para un Zverev que parece no temer a nada ni a nadie.