Al australiano le bastó con dos miniquiebres en el primer set y un quiebre en el segundo para lograr su paso a los cuartos de final donde le espera la nueva estrella alemana, Alexander Zverev, que superó previamente  al suizo  Stan Wawrinka.

Nick Kyrgios impacto doce saques directos y tuvo un elevado porcentaje  de puntos ganados con su primer saque, que le sirvió para derrumbar el juego táctico que trató de imponer el belga David Goffin. La primera manga fue más pareja que la segunda, tuvo a Goffin intentando realizar su juego agresivo desde el fondo de la cancha y a un Kyrgios por momentos algo estático, sin mover las piernas, preferentemente en los juegos de saque del belga.

Kyrgios que tuvo sobresaltos con su saque solo en el séptimo juego, donde Goffin tuvo un punto de quiebre, que el australiano los resolvió con un ace, ganó fácilmente el tie break, dominando con su servicio y presionando sobre el segundo saque del belga.

Amplio dominio de Kyrgios en el segundo

El australiano, con el subidón anímico que le generó el ganar el primer set, no quiso tener los mismos problemas de inestabilidad que tuvo en otros partidos y se mostró más activo, presionando sobre el saque de Goffin logrando quebrar en el tercer juego después de una dura batalla.

Con eso le bastó a Nick para quedarse con el partido, sacó muy bien, fue contundente en los momentos más importantes y siguió manteniendo una conducta estable, algo que le permitió controlar los momentos de máxima presión del partido y jugando más concentrado. Kyrgios está enfocado, contundente, con buenas sensaciones, ahora viene Zverev, entonado con su triunfo sobre el número  tres del mundo. En el horizonte Roger, pero eso todavía no es una realidad.