De un lado, la alegría y del otro la tristeza. Es que su majestad, Roger Federer no puede creer lo que acaba de lograr en el césped del All England, ante el número siete del mundo, el croata Marin Cilic (campeón del Abierto de los Estados Unidos en 2015). Su octavo título en Wimbledon, el lugar que lo vio iniciarse en el camino que empezó allá por el año 2003, cuando logró el primero de sus ocho títulos conquistados y con un récord que ningún otro gran jugador ha logrado en la historia.

"Tuve que pelear mucho para lograr este título de Wimbledon", sentenció el jugador que logró 93 títulos en el circuito ATP. En un torneo, con grandes partidos sobre todo en las rondas finales con Milos Raonic, Tomas Berdych y Marin Cilic. Sin embargo, también vió caer en los cuartos de final al ex número uno del mundo Novak Djokovic, al actual líder del ránking, Andy Murray y a Rafael Nadal en cuarta ronda.

Muy emocionado y conteniendo las lagrimas, en la conferencia de prensa post final, el ganador de el Abierto de Australia, Indian Wells, Miami y Halle este año recordó la edición pasada de Wimbledon, cuando cayó eliminado ante el canadiense, Milos Raonic en semifinales: "Hay que creer que uno puede alcanzar grandes alturas", además señaló que, "fue increíble no perder un set en todo el torneo". "Sé que es un momento cruel para Cilic, pero tiene que estar orgulloso de estas dos semanas y espero jugar más finales contra él", afirmó Federer dándole animos al croata, quien buscaba su segunda corona en Grand Slam.

Tras el emotivo festejo en la final y la rueda de prensa, Federer se dirigió al balcón ubicado en la entrada de la cancha central, para mostrar el trofeo los fanáticos y celebrar con ellos, para la clásica fotografía de los campeones. Sabía que iba a poder volver a jugar bien, pero no pensé que a este nivel. Esto es increíble no se cuanto pueda durar", sentenció Federer, quien también se dio un espacio para la broma y dijo " supongo que ustedes también se hubieran reído, si les decía que iba a ganar dos Grand Slam este año".

"Wimbledon es muy especial para mi, mis grandes héroes han pasado por aquí y pisaron estas pistas. Es por ellos que me convertí en un gran tenista. Hacer historia acá es muy especial y significa mucho para mí". Apuntó Federer, quien recordó su niñez, comienzos en el tenis y los principios de su carrera como profesional y por último se refirió a su futuro y dijo "espero que este no sea mi último partido acá. Quiero volver el año que viene".