Angelique Kerber y Madison Keys abrirán la jornada de mañana miércoles en Melbourne en el primero de los dos cuartos de final que quedan por dilucidar en este Open de Australia que, como es habitual en los últimos años en el circuito WTA, no está escapando a la sorpresa. Ambas llegan a este encuentro con la confianza por las nubes y mostrando un nivel que las hace ser candidatas a todo.
Angelique Kerber es la única de las seis supervivientes que quedan en el cuadro que sabe lo que es ganar un título de Grand Slam. El primero de los dos que actualmente ostenta lo logró en este mismo escenario hace dos años batiendo a toda una Serena Williams en la final. La alemana parece haber recobrado el nivel que la hizo llegar hasta el número uno del mundo. Prueba de ello es que todavía no conoce la derrota en la presente temporada, con ocho victorias en otros tantos partidos.
Tras una primera semana bastante tranquila con triunfos incontestables ante su compatriota Anna Lena Friedsam, la croata Donna Vekic y, sobre todo, ante la rusa María Sharapova, Kerber tuvo su primera prueba de fuego ante la taiwanesa Su-Wei-Hsie, contra la que estuvo contra las cuerdas durante los dos primeros sets. Finalmente la de Bremen mantuvo la calma y logró la remontada por 4-6 7-5 y 6-2. La experiencia cuenta a su favor y su estado de forma, el mejor en casi año y medio, la convierte en una de las grandes favoritas para repetir título.
Algo que tratará de impedir su rival de mañana, la estadounidense Madison Keys, decimoséptima cabeza de serie y vigente finalista del US Open. Precisamente, desde 'Flushing Meadows', Keys había permanecido en un profundo letargo del que parece haberse despertado en Melbourne. La norteamericana llega sin haber cedido un sólo set en el torneo y con una pegada que vuelve a asustar a sus contrincantes. Una pegada que sufrió la octava favorita, la francesa Caroline Garcia, que nada pudo hacer ante el vendaval de golpes ganadores de la estadounidense, que la venció por 6-3 y 6-2.
Sin duda, se trata de un encuentro entre dos estilos totalmente opuestos. La inteligencia táctica y solidez desde el fondo de pista de Kerber chocará con la potencia y el desparpajo de Keys. Los antecedentes juegan en favor de la primera, que presenta un balance de seis victorias por una sola derrota frente a la estadounidense. Esa estadística es todavía más rotunda en pista dura, donde Kerber ha vencido en las cinco ocasiones en las que se han visto las caras, una de ellas aquí en la edición de 2013. La única victoria de Keys data de la final del torneo de Eastbourne, en Inglaterra y sobre hierba, en 2014.
Todo está preparado para uno de los partidos más interesantes que restan en el torneo, un duelo entre estilos contrapuestos pero con un jugoso premio: unas semifinales de todo un Grand Slam.