Petra Kvitova está imparable. Ni siquiera la actual número uno del mundo, la danesa Caroline Wozniacki, ha podido frenar una racha de ya 12 victorias consecutivas por parte de la tenista de Bilovec que mañana luchará por su segundo título consecutivo en este 2018. La checa se impuso en la segunda semifinal por 3-6 7-6(3) y 7-5 en un encuentro de poder a poder, vibrante por momentos y con final de infarto, resuelto a favor de Kvitova después de que Wozniacki no pudiera ponerle fin en el segundo set (sacó para ganar con 5-4 y 6-5).
50 golpes ganadores por parte de Kvitova en el día de hoy, 36 más que WozniackiEl encuentro, el decimotercero entre ambas, medía la solidez de la número uno del mundo frente a la poderosa pegada de toda una bicampeona de Wimbledon como es Petra Kvitova. Después de unos primeros juegos de tanteo, Wozniacki cogió el mando del encuentro al romper el servicio de la checa en el sexto juego (4-2). Pese a no poder consolidar inmediatamente su ventaja, Kvitova había comenzado a fallar más de la cuenta, lo que le costó otro 'break' y esta vez sí, el set por 6-3.
La lucha de Kvitova obtiene premio
La checa quedó tocada tras perder ese primer set. Delante tenía a una jugadora que lo devolvía todo y casi todos sus tiros comenzaban a terminar en la red o fuera de la pista. Wozniacki pareció poner la directa y con un 2-0 de inicio en el segundo set parecía tener la final a tiro. Incluso pudo ponerse 3-0 al disponer de otra bola de 'break', lo que probablemente hubiera sentenciado el partido. Pero ahí apareció de nuevo el carácter y la calidad de Petra Kvitova, que salvó la situación y recuperó la desventaja en el sexto juego (3-3). Pero Wozniacki ni se inmutó pese a ello y tres juegos después, rompía otro servicio a su rival y se quedaba a sólo un juego de la victoria (5-4).
De nada le valió a Wozniacki cometer 29 errores no forzados menos que Kvitova, 30 por 59, respectivamenteLas dos finales ganadas en el Masters de Singapur y, sobre todo, su primer Grand Slam en Melbourne, han cambiado esa histórica fragilidad en los momentos decisivos que siempre había exhibido la danesa. Sin embargo, hasta a los mejores también les cuesta cerrar y eso le sucedió a la tenista de Odense, incapaz ni siquiera de obtener ninguna bola de partido, pese a disponer de dos oportunidades para ello, con 5-4 y 6-5. Tampoco en el desempate, en el que comenzó 3-1 arriba. Demasiadas vidas concedió Wozniacki a Kvitova que, crecida ante las dudas de su rival, sumó seis puntos consecutivos (7-3) a mandó el choque a la tercera manga.
Al contrario que la danesa, Kvitova sí demostró más fiabilidad en los momentos decisivos y en el set decisivo siempre pareció más entera anímicamente que su rival. La checa rompió el equilibrio en el noveno juego y se puso 5-4 arriba. La responsabilidad de cerrar también pesó sobre la cabeza de Kvitova, que permitió el empate a cinco a su rival, pero en una nueva muestra de confianza, volvió a romper de forma inmediata y en su segunda oportunidad no falló, cerrando por 7-5 una gran batalla entre las dos jugadoras más en forma del momento.
Así pues, Petra Kvitova será la rival de la española Garbiñe Muguruza en la final de mañana domingo (no antes de las 16:00 hora española). Hay que recordar que la nueva pupila de Conchita Martínez contará con más tiempo de descanso, algo que tampoco se sabe si es bueno o malo, tras no tener que disputar su semifinal por la retirada de la rumana Simona Halep por problemas en el pie. Muguruza ha cedido en tres de las cuatro ocasiones en las que se ha medido a Kvitova, la última en el pasado US Open por 7-6 y 6-3. Su única victoria data de las WTA Finals de Singapur en 2015. Para Kvitova sería el 22º título en su carrera, mientras que Muguruza optará al sexto.