Boca llegó a disputar la segunda edición de la Copa de la Liga Profesional con el titulo de campeón. Con ese certamen en sus vitrinas el equipo dirigido por Miguel Angel Russo debutó en el Grupo B, como local, con un empate frente a Gimnasia y Esgrima La Plata por 2 a 2. Luego, en su visita al estadio Coloso  Marcelo Bielsa consiguió su primera victoria del torneo frente a Newell’s por 1 a 0. En su regreso a la Bombonera, nuevamente sufrió un empate contra Sarmiento por 1 a 1 y así comenzó a vivir una racha adversa porque en su casa no sumaba de a tres. En la cuarta fecha tuvo su mejor actuación en el torneo porque derrotó a Vélez por 7 a 1 en el estadio José Amalfitani.

Como visitante logró triunfos pero como local no mantuvo su mejor versión porque igualó el clásico contra River, 1 a 1, y luego cayó con Talleres por 2 a 1. En el choque contra la formación orientada por Marcelo Gallardo, Carlos Zambrano vio la tarjeta roja. Después de enfrentar a la T, se dirigió a Avellaneda para jugar ante Independiente. Nuevamente empató 1 a 1 contra el Rojo pero en la siguiente fecha obtuvo su primera victoria en la Boca porque superó por 2 a 1 a Defensa y Justicia.

Sin embargo, como en esta nueva etapa, en la siguiente fecha no pudo lograr un triunfo seguido ya que padeció un traspié con Unión de Santa Fe por 1 a 0.  Después de esa caída, sumó nueve puntos en total al vencer a Atlético Tucumán, Huracán y Lanús. Mientras que comenzó a cosechar ese camino triunfal, sus cañones también apuntaron a la Copa Libertadores. En la célebre competencia le ganó a The Strongest y Santos. Con estas seis victorias, cuatro empates y dos derrotas en la Copa de la Liga, el Xeneize se clasificó a los Cuartos de final. En el duelo contra Patronato no tuvo un objetivo importante y perdió por 1 a 0 en Paraná. En esas semanas también sufrió dos traspiés contra Barcelona de Ecuador y el Peixe por la Libertadores.

En la siguiente fase del torneo local, se vio nuevamente las caras con el Millonario y toda la presión fue para el conjunto boquense. Esta responsabilidad se produjo porque la alineación riverplatense enfrentaba  una ola de contagios de coronavirus. Ante esta realidad Boca presentó una formación con tres delanteros: Cristian Pavón, Carlos Tevez y Sebastián Villa.  El clásico finalizo 1 a 1 y en la ronda de penales, los dirigidos por Russo ganaron por 4 a 2, con los tantos de Tevez, Villa, Carlos Izquierdoz y Julio Buffarini. El único jugador que no pudo convertir fue Edwin Cardona por una inoportuna definición. Por su parte el arquero Agustín Rossi  evitó los disparos de Fabrizio Angileri y Leonardo Ponzio.

Con este triunfo ante su clásico rival, el Xeneize tendrá otro rival con historia para superar en las semifinales: Racing. Debido a este compromiso, el entrenador Russo dispuso una formación compuesta por algunos titulares y suplentes para el choque contra el Coloso de América por el Grupo C de la Libertadores. En la Bombonera los dos elencos empataron 0 a 0 y este resultado provocó algunas críticas. Con el correr de los días, la AFA acompañó la medida que tomó el Gobierno Nacional para las restricciones de nueve días y suspendió los dos encuentros definitorios de la Copa de la Liga Profesional.

Esta resolución no impidió que la última fecha de las fases de grupos de la histórica competencia y de la Copa Sudamericana se realice, el conjunto boquense recibió en su estadio al Tigre. Finalmente lo derrotó por 3 a 0 y se clasificó a los Octavos de final. Con un objetivo menos, Boca llegará a San Juan con la ilusión de vencer, este lunes, a la Academia para acceder a una nueva final.

 

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