Independiente Medellín sigue sin lograr un buen arranque del semestre 2023-II. El poderoso quedó eliminado de la Copa Sudamericana y se despide del plano internacional por lo que resta del año.
El equipo dirigido por Alfredo Arias había sufrido en el Atanasio Girardot, la derrota por la mínima diferencia ante el ciclón y llegaba al Nuevo Gasómeto con la responsabilidad de mostrar una mejor cara, luego del partido decepcionante frente a La Equidad en el inicio de la Liga BetPlay, además de tener que remontar el marcador en el global.
San Lorenzo no varió mucho al equipo que paró en Medellín la semana pasada. Augusto Batalla estuvo en el arco; línea de tres en defensa con Gastón Hernández, Rafael Pérez y Gonzalo Luján; cuatro en la mitad con Agustín Giay, Jalil Elías, Gonzalo Maroni y Malcom Braida, jugando adelante con tres atacantes: Iván Leguizamón, Adam Bareiro y Nahuel Barrios.
Medellín saltó a la cancha con lo mejor que tenía disponible: Andrés Mosquera Marmolejo en el arco, la defensa conformada por Leyser Chaverra, Jhon Palacios, José Ortiz y Daniel Londoño; tres volantes en primera línea con Daniel Torres, Jaime Alvarado y David Loaiza; Miguel Monsalve y Déinner Quiñones encargados de la creación y Luciano Pons como único hombre en punta.
El partido, un contexto complejo
Independiente Medellín comenzó bien el partido, trató de plantarse en campo rival e intentó generar sociedades con Miguel Monsalve y Luciano Pons, pero solo funcionó en una jugada, donde lograron una pared que terminó rematando el jugador de 20 años, pero encontró a Agusto Batalla seguro. Otro que intentó un remate al arco fue Déinner Quiñones, que no generó mayor peligro, al igual que David Loaiza, que mandaría el balón por encima.
San Lorenzo no salió a atacar, sino a esperar a ver qué error cometía su rival y para el Medellín iba todo relativamente bien, hasta que llegó una acción en la que Jhon Palacios cometió una infracción en el área sobre Adam Bareiro, al que tenía levemente tomado y terminó cruzando levemente. El mismo afectado cobró el penal hacia el palo izquierdo engañando al guardameta colombiano y puso el 1-0 para que explotara el Nuevo Gasómetro.
Con el 2-0 en el global, hasta ahí llegaron las aspiraciones para un Medellín al que le costó retomar la iniciativa que había tenido y no volvió a generar opciones ni acercamientos con peligro.
Para el segundo tiempo, Alfredo Arias movió el banco intentando arriesgar con el ingreso de Anderson Plata, cambiando además su dibujo táctico. El guajiro intentó mostrar sus habilidades para moverse en el frente de ataque, pero el acompañamiento de sus compañeros fue casi nulo. Los ingresos de Juan Manuel Cuesta y Yulián Gómez no aportaron nada diferente en ataque.
Con los riesgos que quiso correr Alfredo Arias, Medellín quedó más desprotegido y el arquero Andrés Mosquera Marmolejo empezó a ser más requerido para salvar al poderoso. San Lorenzo tuvo un par de llegadas al inicio del segundo tiempo que puso en aprietos a la defensa colombiana, sin embargo, la posibilidad del 2-0 no fue en un contragolpe, sino en una equivocación de su rival, cuando Jaime Alvarado perdió el balón en salida y José Ortiz terminó derribando a Adam Bareiro para que el árbitro Anderson Daronco sancionara otro penalti a favor del ciclón, que volvió a cobrar el delantero paraguayo, esta vez con fuerza al centro para poner el segundo gol de la noche. Sepultadas las ilusiones del Medellín definitivamente, no hubo mucho por hacer. Entraron Diego Moreno y Juan David Arizala, pero su participación fue nula en el encuentro.
El conjunto colombiano se queda con la sensación de que pudo hacer más en la Copa Libertadores y tener más protagonismo cuando cayó en la Copa Sudamericana, sin embargo, los errores individuales le costaron partidos importantes en ambos torneos. Ahora le tocará concentrarse en la liga y la copa en el plano local y tendrá que demostrar una mejor disposición ante una hinchada que definitivamente perdió la paciencia.