Tras el rictus y el discurso hondamente serio del domingo, Pedro Martínez se mostró esta vez moderadamente satisfecho, pero ciertamente liberado en su comparecencia en la sala de prensa del Fernando Buesa Arena. No tanto por él como por los jugadores y la afición azulgrana. La sufrida y trabajada victoria ante Panathinaikos (85-84), uno de los grandes de Europa, supone una inyección de confianza para un equipo que está viviendo un complicado y convulso inicio de temporada.

El técnico catalán, que estrena de la mejor manera posible su cuenta de triunfos en su segunda etapa al frente de Baskonia, realizó un análisis pormenorizado del duelo: "Duro partido. La primera parte ha sido buena para ambos. Hemos podido jugar el baloncesto que nos gusta, con transiciones y una buena defensa. En la segunda parte hemos jugado sin ritmo, concediendo muchos tiros libres y dejando a Panathinaikos en una situación buena para ganar el partido. Nuestra afición nos ha empujado a creer en una victoria muy importante para todos. La mentalidad ha sido clave".

Sin dejarse llevar por el momento, esta vez positivo, Pedro Martínez quiso poner más el foco en el trabajo que en el resultado: "He visto muchos fallos en defensa que hemos de mejorar. La victoria nos tiene que ayudar a ser positivos y mejorar sin el estrés que hubiéramos tenido de haber perdido. En Euroliga hay mucha igualdad y un 0-5 hubiera pesado mucho. Es bueno y se agradece que se valore el partido de hoy, pero si queremos ser competitivos tenemos que seguir mejorando. No quiero hacer valoraciones decisivas, tenemos que ser positivos pero también críticos, con los pies en el suelo. Cogemos aire y ahora a pensar en el domingo".

La parte central y más importante del discurso del preparador barcelonés ha tenido como protagonistas a los jugadores: "Me alegro por los jugadores porque sé que han sufrido y por la afición también, que ha estado sensacional y no ha caído en el desánimo cuando peor estaban las cosas en los últimos minutos. Aún tengo que conocer a los jugadores, pero de verdad que confío en todos ellos, incluso en Poirier, que no ha jugado hoy o Vildoza, que no jugó el otro día o en Malmanis. Lo que pasa es que me cuesta mucho demostrárselo en un partido, pero con tiempo se lo voy a demostrar a todos ellos. Estamos en proceso de conocernos".

Tras dos partidos ya se han podido ver algunas pinceladas del estilo de juego que Pedro Martínez pretende desarrollar en Baskonia: "A todos los equipos, excepto que tengan jugadores muy determinantes, exteriores o interiores, en el cinco contra cinco les cuesta mucho más. En la primera parte hemos tenido ritmo, reboteando y teniendo la mentalidad de correr. Si juegas en estático cada vez, es muy difícil anotar. Las faltas y atacar muchas veces después de tiro libre nos ha penalizado. Tenemos que jugar con decisión, dispuestos a pagar el peaje de algún triple precipitado".

Por último, el técnico restó importancia al último tiempo muerto, solicitado en el último segundo justo después del utilizado por Xavi Pascual para preparar la última jugada de Panathinaikos en el partido: "Tenía el tiempo muerto y llevármelo para casa no servía de nada, por eso he preferido pedirlo porque tenía esa posibilidad. A veces puedes crear la duda al rival de si esa era la opción que ha preparado era la buena, pero no hemos ganado por ese tiempo muerto".