Después de un comienzo de temporada con carreras importantes, en las que infinidad de corredores han conseguido brillar con luz propia, le llega el turno a los clasicómanos, ese tipo de ciclistas que hacen acto de presencia para brillar sobre su territorio favorito, las piedras. Las clásicas están a la vuelta de la esquina y toca hacer balance, ese en el que los números muestran que por historia la retirada de Fabián Cancellara deja un importante vacío que sin duda alguna quedará muy bien cubierto por los Sagan, Van Avermaet, Boonen y compañía, siendo la última campaña del corredor belga, lo cual hace que los alicientes sean muchos este 2017.

Boonen busca exhibirse antes del final

Todo en algún momento llega a su fin, da igual cuando se haya empezado o cuanto éxito se haya logrado por el camino, los años no pasan en balde, lo cual ha obligado a Tom Boonen a tomar la siempre complicada decisión de colgar la bicicleta, pero no a final de temporada como lo hacen habitualmente los ciclistas, sino que el corredor belga lo hará a lo grande, poniendo fin a su carrera deportiva al término de las clásicas de Primavera, un broche de oro a su inmensa historia como ciclista profesional.

Tom Boonen durante la temporada de clásicas en un tramo de pavé | Foto: Zimbio

En su haber se recopilan cientos y cientos de carreras, victorias épicas y carreras en las que no estuvo a la altura de los cánones, pero sin ninguna duda Boonen engloba los valores perfectos del ciclismo con el sacrificio, responsabilidad, tesón y constancia para lograr ser uno de los mejores corredores en las clásicas. Cancellara se fue al final del pasado año y ahora le quedan muy pocos meses a Boonen para coger el mismo camino que su hasta hace nada rival.

Los buenos resultados han llegado continuamente en los diecisiete años que acumula como ciclista desde que debutara en el año 2000 de la mano del US Postal Service, acumulando en Primavera tres Gent - Wevelgem conquistadas en 2004, 2011 y 2012, además de tres Tour de Flandes logrados en 2005, 2006 y 2012, sumando la friolera de cuatro París - Roubaix que obtuvo magistralmente en 2005, 2008, 2009 y 2012. En este pasado 2016 Tom Boonen sin duda alguna fue de menos a más durante la temporada de clásicas, comenzando con una undécima posición en la Omloop Het Nieuwsblad, para a continuación no poder pasar de la 69º posición en la Kuurne-Bruselas-Kuurne.

Tom Boonen durante la temporada de clásicas en un tramo de pavé | Foto: Zimbio

Un 55º lugar en la Milán - San Remo no parecía mejorar las expectativas del corredor belga, que resurgía días después en E3 Harelbeke, donde sumaba una décimo cuarta posición, entrando en una espiral de resultados parecidos, puesto que en la Gent - Wevelgem era vigésimo antes de concluir en décimo quinto puesto el Tour de Flandes. Pero sin ninguna duda, después del fiasco de ser ni más ni menos que el 103 en Scheldeprijs, Boonen dejaba claro que estaba más vivo que nunca, siendo como el buen vino, que con el paso de los años va a mejor, para conseguir terminar la París - Roubaix en ni más ni menos que segunda posición, siendo batido en el velódromo por Mathew Hayman.

En la presente temporada, que cuenta con escasos meses de competición para Boonen, el corredor belga ha disputado dos carreras, comenzando por el Tour de San Juan, cita en la que conseguía ser sexto en la primera etapa actuando de lanzador de Fernando Gaviria, para mostrar su punta de velocidad en la segunda etapa donde conseguía alzar los brazos, para por último ser segundo en la última etapa de la carrera argentina. También estuvo en el Tour de Omán donde sin ninguna duda pasó desapercibido sin sumar ningún resultado importante para prepararse a conciencia de cara a la temporada de clásicas que está a la vuelta de la esquina.

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Sobre el autor
Diego Blanco Taladriz
Gijón. Moderador de contenidos de VAVEL. Coordinador en las secciones de Tenis y Ciclismo. Puedes leer mis opiniones en @DiegoBlanco93 | E-mail de contacto: [email protected]